Hoy seré breve. Tanto, que de hecho la entrada ya se ha terminado, pero aun no os habéis dado cuenta.
Nescafé encontró la manera de hacerse sentir en el espacio público de Ciudad de México de una manera bella y armoniosa. Este proyecto reúne 1500 tazas metálicas de café en una gama cromática entre naranjas y rojos intensos, y las ordena de manera precisa en una gran malla metálica, la cual tarde o temprano quedará envuelta en una sábana vegetal, generando una dinámica forma a través de la cual los usuarios pueden deslizarse.
La instalación corrió a cargo del estudio Rojkind Arquitectos y la conocí aquí, y espero profundamente, que vuestro sentido estético halla sido gratamente estimulado con estas imágenes. El mío está de fiesta.