En estos tiempos de guerras, muertes y apocalipsis parece un poco frívolo hablar de libros o de series de Televisión, pero no tiene nada de frívolo porque el cine y la literatura son ante todo un acto político.
Elegir qué narraciones ver o leer es elegir qué libertad tener, y también algo más
No estoy de acuerdo en que una narración te cambie la vida o que tenga un poder utilitarista…ahora bien, sí creo que cierto arte tiene un poder curativo: música, cine o literatura que albergan la capacidad de sacarte de ciertos pozos oscuros.
¿Pero entonces qué tiene de especial una historia?
La respuesta en mi caso es La emoción. Hay pocas cosas tan poderosas como la emoción. Los sentimientos. Las grandes obras universales apuestan por la emoción.
Y este año que termina hay una serie que sobresale por encima de las demás:
Ted Lasso.
Ted Lasso ha sido desde el principio divertida, hilarante, agradable y melancólica. Pero por encima de todo, ha sido muy emocionante.
Es una comedia, claro, y ha habido risas, pero desde el principio mostró sus cartas. Lejos de cinismos, sarcasmos e ironías, Ted Lasso ha sido un canto a la honestidad, a la pura bondad, a la confianza. Un abrazo que no sabíamos que necesitábamos.
Llegas por las risas y de pronto te das cuenta que, más que reír, pasas horas y horas con una sonrisa en la cara y a menudo con los ojos húmedos.
Sus personajes acaban convirtiéndose en tus amigos, en tu familia, y celebras sus victorias y lloras sus desgracias. Personajes entrañables que se quedan contigo después de terminar cada episodio.
Es una serie especial, única. Partiendo de esa premisa podría haber sido muchas cosas, pero eligió ser puro sentimiento
Cuando llega el final te ves llorando durante hora y medio sin apenas poder contenerte. Les quieres tanto, comprendes su sufrimiento de forma tan cercana. Y lloras.
Ted Lasso nos habla del «deber ser» y por eso en ese grandioso final acaba de frente.
A continuación, diez series que no te defraudaran.
Ted.Lasso de Bill Lawrence, Jason Sudeikis, Brendan Hunt y Joe Kelly
Ted Lasso (Jason Sudeikis) es un ingenuo entrenador norteamericano de fútbol que decide probar suerte en un club de fútbol inglés, el AFC Richmond, pero su inexperiencia despierta al principio recelo y desdén entre jugadores y aficionados. Sin embargo, el encanto, la personalidad y el humor singular de Ted comienzan a ganarse a todo el club, al equipo y todos aquellos que habían sido escépticos sobre su fichaje como entrenador.
The Bear de Christopher Storer
Personajes desequilibrados intentando poner equilibrio en una cocina del River North de Chicago. Y sí, más allá de hablar de platos o de cocina, se habla de supervivencia, de lucha de egos, de personas al límite que intentan no reventar en un espacio tan reducido. Los actores espectaculares y la cámara al hombro ponen el resto para que sientas el vértigo de no caer por el precipicio
Boiling Point de James Cummings
Todo lo que ocurre en una cocina puede ocurrir…si te gustan los planos secuencias esta es tu serie. Magnífica.
El Encargado de Mariano Cohn y Gastón Duprat
Cuando eres un “nadie”, la lucha por la supervivencia no admite escrúpulos.
Happy Valley de Sally Wainwright
Maravilosa mezcla de géneros (drama, thriller, acción, cine social) que parece un Fargo escrito entre Noah Hawley y Paul Laverty, y dirigido por el Ken Loach de Mi nombre es Joe o Sweet Sixteen.
The Marvelous Mrs. Maisel Season 5 de Amy Sherman-Palladino
¡¡¡¡Tits Up!!!!
Mayor of Kingstown | Season 2 de Taylor Sheridan
La serie sigue a la familia McLusky, agentes de poder en Kingstown, Michigan, donde el negocio del encarcelamiento es la única industria próspera. Al abordar temas de racismo sistémico, corrupción y desigualdad, ofrece una mirada cruda a su intento de traer orden y justicia a una ciudad que no tiene ninguno. Sheridan en estado de gracia.
Poquita Fe de Pepón Montero y Juan Maidagán
Lo bonito de esta serie es que está narrada con cariño por las vidas que se retratan en ellas. Esto no es «La cena de los idiotas», esto es un montón de idiotas cenando, hablando de sus cosas, sabiendo que no son el alma de la fiesta, pero brindando con cava del Mercadona y esperando que llegue el coulant de chocolate calentado en el microondas. ¿Quién no ha sido idiota alguna vez?
Somebody.Somewhere de Hannah Bos y Paul Thureen
Hablar de gente fascinante y de vidas interesantes es muy fácil. La historia ya está ahí, solo tienes que encontrar la forma de narrarla. La gente magnética, las personas carismáticas, son personajes que ya vienen escritos de casa. Lo difícil es retratar a la gente anodina, a las personas con vidas grises, a las cotidianidades desvaídas. Y no debería ser tan complicado teniendo en cuenta que, lo asumamos más o menos, esa es la vida que tenemos y el mundo que nos rodea.
Esta maravillosa serie consigue retratar a personas “normales” en situaciones tan ordinarias, tan poco especiales, que por mucho que sean nuestro paisaje más habitual, jamás se nos pasaría por la cabeza que merezcan ser inmortalizadas. Y sí que lo son. Aunque solo sea porque en ese retrato hay mucho más de nosotros mismos de lo que nos gustaría reconocer.
Bosch: Legacy de Tom Bernardo y Michael Connelly
A la altura de un Marlowe o un Wallander, nuestro protagonista se llama Hieronymus ‘Harry’ Bosch es hijo de una prostituta brutalmente asesinada, que tuvo la ocurrencia de llamarle como al pintor flamenco. Tras una infancia en orfanatos y familias de acogida, sin conocer a su padre, a los 17 años participó en la guerra de Vietnam con la misión de introducirse en túneles estrechos y profundos en busca de enemigos, lo que le dejó una secuela claustrofóbica de por vida. Bosch “solo” se relaja de noche, escuchando su extensa colección de clásicos del jazz en vinilo y saboreando un whisky de malta mientras contempla la ciudad desde la cristalera de su privilegiada atalaya.