δημοκρατία es el origen etimológico de democracia. De demos, pueblo, y kratos, poder.
πολιτικός es el origen etimológico de política. De polis, de los ciudadanos.
οἰκονομία es el origen etimológico de economía. De oikos, casa, y de nomos, ley.
No es un juego, es una aclaración sobre el origen de conceptos tan importantes como DEMOCRACIA, POLÍTICA O ECONOMÍA. Quizá en un momento del tiempo o durante un periodo de tiempo los griegos se olvidaron de lo que representan para la cultura occidental y, en general, para el devenir de los demás países, pero eso no es motivo para condenarlos al ostracismo o al fuego eterno del que nos advirtieron los evangelios cristianos, algunos de los cuales, por cierto, estaban escritos en griego.
Perdonad, el titular del artículo hace referencia a Grecia. En griego moderno Elláda y en griego antiguo Hellás. Oficialmente hablamos de la República Helénica, Ελληνική Δημοκρατία (todo ello gracias a la Wikipedia).
Esta entrada la empecé a escribir en la noche del sábado 4 de julio y la terminé en la tarde del lunes 6, pero para los lectores estará disponible en la mañana del 7 de julio, San Fermín. Y, aunque no me gusta hablar de fiestas taurinas, pues no quiero fomentarlas, ésta de Pamplona es una fiesta taurina diferente, no tiene esas connotaciones aberrantes que tienen otras, ya sabéis a qué me refiero, estas sí son guay, que diría un castizo, ¿Unas fiestas son permisibles y otras no? Eso ha pasado con el referéndum en Grecia, que el resultado se analiza según la posición previa en la que nos situemos. Si el resultado ha sido de nuestro agrado es válido, en cualquier caso, y si no ha sido de nuestro agrado siempre podremos echar la culpa a la dificultad para entender la pregunta, aunque haya sido por un muy amplio margen, como es el caso.
No sé aún que hubiera votado yo, en el supuesto de haber tenido derecho a hacerlo. No conozco en profundidad el engaño que ha sufrido ese país durante muchos años, durante la segunda guerra mundial, después de ella, con la dictadura monárquicamente defendida, con la desaparición de la misma, con las familias políticas, literalmente hablando, que lo han gobernado a lo largo de muchos años, en fin me cuesta trabajo pronunciarme, por las consecuencias y las formas de los convocantes.
De todas formas diré que no comparto la política aplicada por la Comisión europea. Ese estrangulamiento sin fin que, no se nos olvide, se aplicó a España en 2010 y 2011, con efectos muy graves sobre el país. Esa asfixia al crecimiento. Pero tampoco me satisfacen el primer ministro Tsipras ni mucho menos su ministro de Finanzas Varoufakis.
Dicho lo cual, aún no sabemos qué ha ganado. Sí ya sé que algunos defienden que ha ganado el NO a las políticas de sufrimiento ¿Y? Pero la clave está en lo que vaya a ocurrir a partir de ahora. Y de eso nadie nos ha dicho una sola palabra. El Gobierno griego habla de reponer la actividad bancaria ¿con qué dinero? El Gobierno griego dice de alcanzar un acuerdo ¿quién lo va a firmar y cuándo? Los márgenes de maniobra son muy estrechos.
Pero no es una cuestión de margen, de lo que se suele hablar en economía, especialmente por los marginalistas, es cuestión de principios. Y aunque algunos puedan pensar que la maniobra del Gobierno griego, que no de su presidente, ha sido sumamente inteligente, se equivocan de medio a medio. No debemos confundir el derecho a opinar con la oportunidad o seriedad de la convocatoria del referéndum. En este punto hay una cuestión importante a destacar, la participación ha sido de un 62,5%, lo que, en mi opinión, supone una escasa participación o no era una cuestión crucial, pues una parte sustancial de la población se ha quedado en casa, ¿estarán manipulados los censos como lo estaban las cuentas públicas? Ingenuamente, si cabe, y dada la transcendencia de la consulta pensé que acudiría a las urnas más del 75% del electorado. En las recientes municipales españolas fueron a votar el 65% de los electores.
Pero volvamos a lo ocurrido con anterioridad. En una negociación cada parte intenta maximizar los logros y minimizar los costes o riesgos que supongan los resultados que se alcancen. En este caso a veces he tenido la sensación de que se pretendía maximizar el daño a infligir a la otra parte. Por ejemplo, no son de recibo las declaraciones y actitudes de ciertos miembros del Eurogrupo en la semana previa al anuncio de convocar el referéndum, como no son admisibles los epítetos que el ministro de Finanzas griego ha vertido sobre algunos de los intervinientes en las negociaciones. Algunos han olvidado que Grecia es parte de Europa, no es un cuerpo extraño y ello requiere un tratamiento acorde con los intereses comunes, no individuales, de la Unión Europea. Hace días dejé escrita una propuesta para salir del impasse. Hoy vuelvo a sostener que el camino allí propuesto es el único posible.
Pero la misma noche del domingo se demostró que este es un asunto político de primera magnitud, con un viceministro ruso opinando sobre esta cuestión, “el triunfo del «no» en el referéndum griego supone un paso hacia el abandono por Grecia de la zona euro, según el viceministro de Economía ruso Alexéi Lijachov. «Esto se entiende como un paso hacia la salida de la zona euro”, y sin que nadie dijera que se estaba produciendo una injerencia, como se ha dicho sobre las opiniones de otros dirigentes de países miembros de la Unión Europea. Y es que en este enfrentamiento, lo que late en el fondo es una cuestión política, no económica. No olvidemos que gracias a esta crisis de deuda, que teóricamente solo ha ocurrido en la parte sur de Europa, se han desalojado gobiernos de izquierda, en ningún caso de la derecha. Por mucho que les pese a los adanes que se han incorporado a la política. Por eso, porque es política, no funcionan los argumentos y mecanismos económicos. Y el primer ministro griego ha utilizado un arma política, el referéndum, para intentar darle la vuelta a la situación económica. Pero como decía un analista en El País, en vez de ponerse entre el pueblo y los acreedores, se ha puesto detrás de los electores. Y es que con el NO de sus compatriotas en la mano, ahora deberá ofrecerles una alternativa de acuerdo a los que le dicen NO fuera de sus fronteras nacionales o ¿espera que sean los ciudadanos griegos los que le guíen en vez de guiarles él a ellos?
Recordad por un momento que en el límite, espacio que le gusta a los marginalistas, lo que se le ha pedido a Grecia es trabajar mucho más con menos comida, menos medicamentos, menos educación y menos sanidad. Y surgen dos cuestiones, la primera es ¿vas a invertir en mi país para que podamos trabajar más?, la segunda es ¿si no podemos trabajar en nada más, me vas a quitar la comida, los medicamentos, la sanidad y la educación que me queda?, ¿es que quieres que me muera?
Todos debemos de estar preocupados por lo ocurrido, hasta los partidarios del NO que, en teoría, han ganado el referéndum. No me convencen las muchas manifestaciones recibidas de conocidos del estilo “el pueblo ha hablado”, “en muchos países europeos piensan lo mismo”, “esto es un claro rechazo a las políticas de la Unión Europea”, “esta es una clara derrota de la troika”. ¿Me va a explicar alguien cuales son los siguientes pasos, con realismo, que se van a dar? Como se dice modernamente ¿tiene el Gobierno griego una hoja de ruta para el futuro? Porque, para empezar el camino, estamos ante un dilema muy serio, si el BCE mantiene las líneas de emergencia a la banca, esta podría quebrar por las masivas retiradas de fondos, y si no las mantiene, es el país el que podría quebrar.
Hay muchos interrogantes por responder, no se podrán resolver en un día, pero es evidente que al amanecer del día 6 aún no habíamos oído al Gobierno griego, por boca de sus portavoces, ni tan siquiera a la caída del sol.
Siento distraer la mirada hacia lo político, pero a veces es tan importante y tiene tanta transcendencia económica que no queda más remedio que prestarle la oportuna atención. Esta es, en presente porque no ha terminado aún, una grave crisis de la Unión Económica y Monetaria y analizarla es importante para abordar el futuro.
Y dicho todo esto y tras la paseada, televisada y radiada dimisión de Varoufakis, ¿no podría ser que estuviéramos ante una magnífica representación, ante el gran escenario de la farsa, y todo sea un medido y maquiavélico montaje para salir de la crisis por un camino razonable, pero que no quieren los acreedores?
salud a tod@s
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[…] que se obtiene de los exit de la comunidad en la que están inmersos, también en el caso del Grexit, porque eran muchos de los demás miembros de la Unión Europea (UE) los que querían que saliera […]