Queda latente en el Festival Internacional de cine hecho por mujeres que la presencia de la mujer en el celuloide en los altos cargos es una carencia, que las grandes decisiones nunca tienen una igualdad, ni siquiera casi presencia, de votos de mujeres, y es por ello que los eventos, proyecciones y debates al respecto se hacen necesarios.
Lo cuenta la historia y las cifras que se manejan en la actualidad en el panorama audiovisual. Si echamos la vista atrás entre las 100 películas más taquilleras de la historia, solo tres han sido dirigidas por mujeres, y muy poca cabeza visible femenina en dirección, pero ni siquiera en distribución.
Esto no quiere decir que la mujer no esté presente, pero nunca en la cabeza destacada, siendo la parte administrativa más que creativa la que esté representada por mujeres. Es una barrera a romper, puesto que las ganas de crear es algo que queda latente con todos los festivales que se están creando alrededor de estos hechos.
En el debate, Visibilidad de las mujeres productoras de cine en España, que esta semana en el Festival de Cine por mujeres, que tuvo lugar el pasado martes teniendo como participantes a María Angulo (Lolimax Films), Pilar Benito (Presidenta Asociación Estatal de Cine – Morena Films), María Luisa Gutiérrez (Bowfinger), Puy Oria (Presidenta Asociación Madrileña Audiovisual – Oria Films) y María Zamora (Avalon), y moderadora Virginia Yagüe (CIMA), se habló la necesidad del salto de la mujer a puestos más visibles, tanto en cine como en televisión.
Las mujeres en la industria cinematográfica, ni son socias de las empresas, ni tienen cargos decisivos, de hecho todas las presentes hacían saber que ellas que si lo eran, pero eran la clara representación que si se puede, pero que ellas habían tenido la suerte del legado por parte familiar o por la participación de su familia en algún momento en el cine.
Si echamos la vista atrás la mujer ha estado presente desde el minuto uno de, con la película de Louis Lumière, con esa salida de la fábrica de mujeres con hombres y niños. Data de 1985, ahí Alice Guy-Blaché tenía 22 años y con el tiempo rodó y produjo más de 600 películas. En 1949 Ida Lupino, que ya era actriz, se convirtió en la primera mujer en dirigir un film de cine negro.
En el debate salieron varios temas a colación de lo anteriormente expuesto. Es la necesidad de no encasillar ni a hombres ni a mujeres en géneros y tipos de películas, siendo verdad que el patriarcado marcó muchas generaciones anteriores, pero hoy en día todo eso que parece antiquísimo sigue estando vigente en nuestra sociedad.
Asombra saber que antes de la crisis en la parte de cortometraje existía un número bastante elevado de participación femenina en dirección, y que poco a poco y en esa época el número de trabajos realizados por mujeres. Este dato es algo que marca un antes y un después dado que la mayoría de los directores y directoras parten del cortometraje, por ello actualmente la visibilidad de la mujer en lugar de alzarse ha ido empicado, en lo que se refiere a trabajos que salgan a flote, algo muy diferente es todo lo que se quede en el camino o no sea tan visible, distribuido y taquillero, y es algo que hay que mejorar y preguntarse las razones, para poder poner remedio.
Este año el premio que da Cine por mujeres ha recaído en Belén Atienza, productora española (suspense Entertainment) con trabajos como Un monstruo viene a verme o Lo imposible. Personalmente creo que en su charla que tuvo con el público y la moderadora Elena Manrique, miembro del comité del Festival, es la que dio una de las claves, que no es otra que partir de la base, de la educación en casa, en las escuelas y sobre todo integrar educación cultural en nuestras vidas.