El abandono de algunos espacios por parte de las políticas sociales se percibe a cualquier escala. El ejemplo del barrio alicantino de Urbanova puede mostrar cómo los habitantes que residen y veranean en éste sufren de una exclusión social provocada por un abandono de sus derechos sociales más elementales. Sin embargo en los últimos años se está viviendo en estas urbanizaciones un proceso de empoderamiento fantástico y esperanzador.
Google Earth 2002 (38°16’58.88″N/0°31’13.35″O)
En teoría, Urbanova es un barrio residencial, idílico y junto al mar ya que se sitúa en la playa de los Saladares o del Saladar. Esta playa está situada en el extremo sur del municipio de Alicante, colindante al sur y oeste con el término municipal de Elche. Es un barrio aislado, se encuentra a cinco kilómetros del barrio más próximo del núcleo urbano de Alicante (El Palmeral) y por el suroeste si colinda de manera muy próxima con la partida ilicitana de El Altet, a tan solo un kilómetro. Se trata de una zona residencial tranquila, rodeada de un área de humedales de alto interés medioambiental que fue con anterioridad un lugar de explotación salinera y que hoy deja un ambiente de alto valor biogeográfico.
Vista aérea desde uno de los aviones que sobrevuela este conjunto de urbanizaciones
Este complejo residencial fue obra de la constructora y promotora Urbincasa, reconocida por realizar proyectos de gran envergadura en lugares denominados «privilegiados» desde hace más de cuarenta y cinco años. Urbanova, según la propia empresa es “un conjunto de edificios y viviendas que han formado a pasar parte del vocabulario popular del alicantino”. Se concibió como un complejo familiar residencial en la zona de los Saladares que estaba sin urbanizar y en la que cuando se construyeron las primeras torres en 1972 apenas había nada más que el aeropuerto, alguna casa aislada y los restos de la vieja explotación salinera.
Vuelo Americano de 1956
Vuelo interministerial (1973-1986)
Mientras que las playas del norte de Alicante sí sufrieron el boom del turismo residencial y una construcción desaforada, Urbanova es la única manifestación fuera del continuo urbano hacia el sur de este tipo. Se llegaron a construir 2.000 viviendas y 22 locales comerciales que actualmente se distribuyen en unas doce calles. Resulta asombroso cómo en una playa de tales condiciones medioambientales se haya escapado a la especulación urbanística masiva acontecida durante los últimos años. El planeamiento urbanístico tuvo mucho que ver en este aspecto.
Parece que a pesar de que no creciera más debido a las limitaciones de clasificación del suelo, si se pensó que su caracter residencial sería importante algún día. En la memoria justificativa del Plan Especial APA/5 Bahía de Alicante «Urbanova», se denota las perspectivas que se tenían para este sector y que en apenas treinta años se han confirmado:
«Se considera una población a albergar con carácter turístico, es decir de vivienda temporal, aunque sin descartar la posibilidad de que dada su proximidad al casco urbano, pudiese albergar tambien una población con carácter permanente; de ahí que se hayan reservado los espacios precisos para servicios culturales, religiosos, comerciales, recreativos, etc. necesarios para la totalidad y según la normativa dictada por el Plan General de Ordenación para el Suelo de Reserva Urbana». (Plan Especial APA/5, 1979, p. 9)
¿Realmente esos espacios reservados han sido ocupados por tales servicios y equipamientos? En Urbanova hay 649 personas censadas en el último censo del año 2011, aunque en la época estival llegan a estar casi el 95% de las viviendas ocupadas, es decir, son casi dos mil familias residiendo durante tres meses. La gran parte de las relaciones sociales transcurren en el interior de las urbanizaciones que cuentan todas ellas con zonas ajardinadas, piscina e instalaciones deportivas. Esto contrasta mucho con la degradación de los espacios públicos que escasa función social tienen para los ciudadanos que aquí residen.
De nuevo, ante las adversidades la población se une. En los últimos años, la participación ciudadana en este barrio ha sido abundante y se ha logrado crear una Asociación Vecinal que aboga por los intereses de un barrio que sufre todo tipo de abandonos por parte de la Administración local. En primer lugar, por su lejanía al núcleo urbano, este barrio se situaba fuera de cualquier ruta de transporte público, por lo que el mantenimiento de la línea de autobús (número 27) es siempre una amenaza constante. La mayoría de la población residente en este barrio se ve obligada a desplazarse con vehículo privado para cualquier tarea, ya que la línea de autobús urbano realiza su recorrido con una frecuencia vergonzosa. La inestabilidad es permanente, la información sobre los cambios en la línea escasa y precipitada, de manera que la confianza en el servicio es nula.
En la ciudad de Alicante, los servicios de transporte responden a ese sistema mixto en el que la empresa privada es productora de servicios y no tan solo el Estado o las administraciones. En este sentido, la explicación que reciben los habitantes de este barrio es precisamente la que cabe esperar de una empresa privada, que no es rentable económicamente el servicio y que supone un alto coste para la empresa. Sin duda, esto no es una respuesta válidad para los ciudadanos desatendidos que aquí residen.
Por otro lado, el derecho a la vivienda digna y de calidad en los complejos residenciales de Urbanova se ha visto alterado por reformas externas de las instalaciones aeroportuarias que se instalan muy cerca en el Aeropuerto de El Altet. Evidentemente el aeropuerto es anterior a la construcción de estas viviendas, pero sin embargo, las posteriores ampliaciones del mismo y de su tráfico aéreo han acarreado numerosas consecuencias para estas viviendas y sus habitantes.
Con respecto a este problema, cabe señalar que existe un Plan de Aislamiento Acústico que el Ministerio de Fomento desarrolló a través del operador AENA, que contempla la insonorización de 1.570 viviendas en la zona de influencia de la terminal. De ese número, 770 viviendas pertenecen al término municipal de Alicante y se localizan en Urbanova, es decir, que la mitad de las viviendas de este complejo se encuentran fuera del primer plan de insonorización. Se ha realizado de forma gratuita en las viviendas, tras comprobar el nivel de impacto sonoro al que están sometidas, una insonorización que según muchos vecinos no cumple con las expectativas. Realmente Fomento está obligado a actuar en los hogares colindantes a la infraestructura aeroportuaria que se incluye dentro de la zona delimitada (huella acústica) en la que se supera el nivel de ruido de 65 decibelios durante el día y 55 decibelios durante la noche. Según presupuestos obtenidos por la Asociación de Vecinos de Urbanova, insonorizar una vivienda tiene un coste de unos 15.000 euros aproximadamente, un coste que supone una inversión para AENA de más de 23 millones de euros para adecuar las viviendas incluidas en el Plan de Aislamiento Acústico. Además de dejar fuera del límite o área de la huella acústica a la mitad del complejo, se ha denunciado por parte de la Asociación de Vecinos que los aviones no respetan el espacio aéreo determinado y tampoco el horario nocturno europeo.
Otra de las condiciones exteriores que determina la calidad de vida de los vecinos del barrio alicantino de Urbanova, es la cercana localización de desalinizadora de agua marina del Canal de Alicante, conocida como Alicante II. Durante los últimos años se han realizado numerosas denuncias con respecto al vertido de agua de la desalinizadora a la zona del humedal, que provoca la proliferación de grandes plagas de mosquitos y otros insectos en la zona de Urbanova. Hace apenas unos días una empresa fumigadora acudió tras las reclamaciones de la Asociación de Vecinos en varias ocasiones con el objetivo de paralizar esta plaga.
Los ciudadanos que se reunen en un espacio son más capaces de organizarse y vencer al enemigo. El espacio que acoge a un grupo antropológicamente permite una mejor planificación. Tal vez esto ha sido posible en Urbanova gracias al nuevo centro social comunitario. Hasta el año 2005, Urbanova tan solo era un conjunto de viviendas equipadas con instalaciones deportivas y acompañadas con algunos establecimientos alimenticios y de ocio. Sin embargo, gracias a un presupuesto relacionado con el Plan E, se diseñó la construcción de un centro social en una de las parcelas sin construir de la zona de Urbanova. En su planificación inicial, este edificio albergaría dependencias para las asociaciones de vecinos, la tercera edad y jóvenes además de que ofrecería la oportunidad de realizar talleres, ofrecer bibliotecas y salas para las distintas actividades sociales y culturales que caracterizan la actividad de una barriada. Este centro social se construyó y abrió una de sus partes hace cinco años destinándose a un consultorio médico que depende de la Consellería de Sanidad y que tan solo abre sus puertas en los meses estivales. Cabe señalar puntualmente, que los servicios sanitarios en el barrio de Urbanova se encuentran a cinco kilómetros, es decir en el barrio alicantino más próximo que es San Gabriel, por lo que el resto del año los vecinos deben trasladarse esa distancia para recibir asistencia sanitaria. Este centro social, financiado por el Plan E que supuso una inversión de un millón cuatrocientos mil euros, y fruto de la insistencia y lucha de la Asociación Vecinal, al fin cumple una verdadera función social.
En definitiva, la situación de abandono por parte de las instituciones públicas locales de la ciudad de Alicante está provocando que la población residente en esta zona no aumente como sería lógico que hiciese, ya que se trata de una zona de segunda residencia de población que ahora se encuentra en edad de jubilación mayoritariamente. Sin embargo, ciertos obstáculos como sencillamente su aislamiento con respecto a los servicios de transporte y sanidad, impiden el desarrollo de esta zona como una zona residencial bien dotada de servicios. Se trata de un ejemplo de exclusión social fomentada por las políticas de desarrollo y de servicios públicos que se dan a escala local. Sin embargo, la reacción social ofrece un rayo de esperanza a este barrio, ya que la labor en cuanto a la reclamación de sus derechos que está realizando la Asociación de Vecinos de Urbanova está siendo ejemplar.
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Si que logra su aspiración al error. Inexacto en extremo y demagógico.