Saber medir los tiempos y jugar las bazas es algo importante en cualquier ámbito de la cultura, y la música no iba a ser menos. En la era del consumo rápido y del olvido inmediato, Tangerine Flavour ha apostado en su tercer trabajo, Space Cowboy, en desplegar toda su energía y versatilidad en un disco doble, con veinte canciones, con la música por bandera para abordar toda la musicalidad que rodea a sus componentes.
Saben, y como nos cuenta Pablo, que la industria está por y para el consumo, y a sabiendas de que es todo un reto lanzar al mercado un disco así, lo han hecho tal y como lo deseaban, teniendo, además, el gran apoyo de Paco Loco. Puede que su idea inicial no fuera esa, o ni siquiera tener una idea sea la palabra. Iban a que el trabajo saliera con lo que ya tenían compuesto, descartar y matizar todo, pero el buen rollo y la armonía les llevaron a que todo fluyera tal y como se nota en el trabajo final.
Space Cowboy es una historia con muchos matices musicales, un viaje de cuatro jinetes por el desierto, el suyo propio y el de la industria musical, recorriendo géneros como quien quiere escuchar y beber de lo que gusta, y compartir lo que le apasiona. El disco lleno de experiencias transita por el country, la música americana, el jazz, el rock, el blues y el soul. Este tercer disco de estudio de la banda madrileña está, producido por el mítico Paco Loco y masterizado por el ganador del Latin Grammy Mario G. Alberni y bajo el sello MusicHunters Records.
Tangerine Flavour está compuesto por Pablo A. Martín (guitarra, armónica y voz), Fernando Lima (bajo y voz), Mike Fletcher (batería y voz) y Alejandro Vizcaíno (guitarra, mandolina y voz) y ya llevan todo el mes de marzo con su gira Space Cowboy Tour 2024, mañana estarán en Tafalla y el 19 de abril en Madrid en la Sala El Sol teniendo como maestro de ceremonias a Santiago Alcanda y acompañados por el cantante granadino Javi Tejero, quien estará presentado las canciones de ¨Minnesota¨, su último trabajo.
En este disco ha entrado Alejandro Vizcaíno a la parte compositiva junto con Pablo A. Martín y Fernando Lima. Él llegó en el segundo disco cuando ya el repertorio estaba casi finalizado, pero algo por lo que él entró en la formación es por su parte compositiva, y aquí ha aportado tres temas propios de los más diferentes, de los que más están llamando la atención y que aportan otro punto de vista y otro tipo de hacer canciones a la banda que lo enriquece.
Esta variedad que completa este disco y la banda hará tener más versatilidad a la hora de los conciertos, accediendo a otro tipo de salas y de festivales y Pablo A. Martín nos comenta que no se sienten incómodos con la etiqueta de banda de música americana, porque es su base, pero también les gusta ser reconocidos como banda de rock.
Las composiciones que ya tenían compuestas para Space Cowboy van a tener viaje de ida y vuelta, puesto que muchas se compusieron, o iniciaron, en la gira que en año pasado tuvieron por Estados Unidos, Menphis, y su intención es volver este año de gira, y ya nos adelanta Pablo que incluso seguir grabando allí, algo, no nos concreta si disco o Ep.
Ya tenemos una parte de la gira española anunciada, aunque habrá más fechas de festivales que todavía no se pueden decir. Posteriormente, vendrá la gira por Estados Unidos, y ya después volveremos a girar por España. Vamos un poco midiendo todo, porque es verdad que no está todo en el mejor momento en España para salir a tocar, pero para lo que existimos es para eso para tocar y llegar a toda esa gente que nos está diciendo que le gusta mucho este disco.
Pablo A. Martín
Nos explica que la dificultad de girar en España es que son muchas bandas para muy pocas salas, y eso hace complicado el movilizar a la gente y encontrar el hueco adecuado. Al final nosotros somos afortunados en ese sentido aquí, pero en Estados Unidos es totalmente distinto, y lo mejor que tienen allí es la cultura musical que tienen en el sentido de cómo viven la música como algo ligado en su día a día. Tienen música en el desayuno, comida, merienda y cena. Estuvimos en Austin tocando a las 9 de la mañana y estaba lleno, aunque estén comiendo, y en todas las partes hay música, en un hotel, por ejemplo. Y esa parte de complicidad con la música y el público es algo que nos gustaría tener aquí, que la música sea una parte indivisible de nuestra vida, pero no es fácil.
Decía un pensador que los países avanzan cuando los políticos duermen, y yo me conformo con que no pongan trabas, con que sea fácil darte de alta y de baja para un concierto, con que bajen impuestos y den incentivos, no subvenciones que eso son paguitas. En definitiva, que nos pongan facilidades y no impedimentos.
Pablo A. Martín
Tangerine Flavour es potencia en el escenario, dinamismo y pura complicidad entre los cuatro componentes. El buen rollo que tienen se respira en cada canción, en cada nota y lo transmiten al público asistente en la sala. Sus conciertos son más que recomendables para deleitarse de la buena música.