No cualquiera puede ser medianoche
He dicho un intelectual en claroscuro que confiesa su propia noche. ¿Pero he dicho todo? Steiner revela de igual forma su incompetencia en varias áreas. Por ejemplo, al final de su capítulo sobre Sión, donde aduce que para escribir una verdadera obra sobre la diáspora judía le falta «la claridad de miras necesaria y el hebreo». Steiner insiste en que no hablaba la lengua (la realidad lingüística, por otro lado, de tantos judíos asquenazíes, políglotas, capaces de una inmersión particular en las lenguas, pero extrañamente alejados de la lengua de la Torá). De esta vacante lingüística surge la duda recurrente que cultiva sobre su propia persona. Pero, ¿no es acaso el vagabundeo del judío «la representación alegórica y empírica de una búsqueda, de un incesante vagabundeo interior». Será una extraterritorialidad ontológica, más que un exilio histórico o sociológico.
Un aire callado (que es) de nadie
El cambio de aliento es algo realmente trágico. Ese pallaksch, tal como aparece en el poema de Celan, aunque no signifique nada por sí solo, esa palabra sin palabras que invade la poesía (como la locura, quizás, invadió la vida poética de nuestro Scardanelli) es también algo así como una consigna biográfica, señalando a los lectores de Hölderlin que es el difunto, el loco, el que está en juego aquí, el Hölderlin que, como su amigo Schwab señaló, se negaba a distinguir entre el «sí» y el «no». Es sabido que Hölderlin se retiró a su propio pallaksch con signos de gran angustia, bajo la presión de la conversación de aquellos que querían visitar al célebre loco y llevarse un recuerdo a casa. En otras palabras, algún significado, alguna iluminación.
De un silencio que no es decir que no
Hay un silencio en Celan que tiene vocación política. Esta expresión, aunque sin duda problemática, resulta valiosa. «Mundvoll Schweigen»[1]CELAN, Paul. 2005. Die Gedichte. Kommentierte Ausgabe. Ed. Barbara Wiedemann. Frankfurt am Main: Suhrkamp, p. 100 (la traducción de este y los otros textos de Celan consignados es nuestra, aunque seguimos, en ocasiones, la apuntada por José Luis Reina […]
Nombrar Verdad, decir Poema
Existe un enigma Celan. Y tal enigma existe porque leer a Celan es dejarse atravesar por un nuevo lenguaje, por la música del dolor en un contexto en el que la relación del sujeto con el mundo está alterada. Al poema que se lee, para ser desglosado, le harían falta toda suerte de lápices de […]
Dejar espacio al Otro: sobre un libro de Emmanuel Lévinas
Márgenes, cisuras, vestigios, signos… de este modo es como parece sucederse cierta escritura de la alteridad. Porque leer-pensar-escribir es también hacer memoria y esa memoria se distingue como uno de los gestos más consistentes y, tal vez, menos comprendidos de la filosofía contemporánea. Lévinas hace aquí gala de una lectura del Otro refiriéndose no sólo […]