Oruguita
Desde pequeña le gustaba enroscarse, encogerse y refugiarse en los brazos de sus padres o sus abuelos, en aquellos que encontraba refugio. También se tumbaba y se encogía para reposar su cabeza en las piernas de esas personas que le deseaban lo mejor, como bien le decía su abuela: ven aquí ovillito. Todo ello venía […]