Fragmentos sobre el fragmento
Por eso, en definitiva, pienso que el carácter fragmentario de estos apuntes nos muestra a un Perros que no sólo piensa, sino que escribe al mismo tiempo, consciente del esfuerzo que requiere encontrar las palabras y las imágenes, también la forma. Existe una cierta fenomenología de la escritura que, más allá de las boutades que Perros se permite a sí mismo, consiste no sólo en tomar conciencia, sino también en asumir la responsabilidad del uso de su propio -¿único?- medio: la escritura. Para Perros, el texto principal está en otra parte que en sus escritos (el margen), ecos sólo de lo que vive, partes de la experiencia pero ciertamente no su totalidad, ni su principio ni su fin.
El asnillo de Buridán siempre pierde la partida
Tengo para mí que uno de los temas más esenciales de la reflexión filosófica, al menos desde Aristóteles, aunque a menudo muy implicado en Platón, por ejemplo en su diálogo Político, es el de en qué consiste hacer algo. Como en cada una de estas cuestiones esenciales, caben aquí dos actitudes cognitivas, una macro o […]