A título (póstumo) de más de uno: circonfesiones del Otro
Desde que tengo uso de razón, Jacques, este amigo, o Derrida, este amigo al que nunca conocí y sobre el que intento escribir sin saber si es posible, nos habla, o más bien nos llama a la muerte. No piensa en la muerte. No piensa la muerte. Más bien, tal vez, piensa a muerte. A fondo. Cuestión de analogía: incondicional e irreconciliable. Como la sonrisa, la última de las últimas: sonrisa a través de las lágrimas, más allá del rastro y del archivo. Recuerdo de una promesa o promesa de un recuerdo. Una despedida es una transacción entre dos imperativos igualmente irreconciliables. Por eso esta es una carta breve a un amigo, decía, cuya respuesta no obtendré jamás. No habrá postal, ni siquiera una carta en souffrance. En souffrance: dolorosa porque todavía para siempre pendiente, algo que quizás se correspondería con cualquier palabra que uno escriba a la muerte de alguien, mejor aún, después de la muerte, póstumo a la propia muerte.
Klossowski, mi prójimo: sobre la admiración y la Moneda Viva
Una alternativa sería pensar en el intelectual o el artista como una Moneda Viva. Esta noción, tomada de Pierre Klossowski, proviene de un intento de repensar los principios de intercambio social. Es una teoría del intercambio de pasiones y fantasías, fenómenos sin valor de mercado en la economía capitalista. En semejante marco, el intercambio se hace sobre la base de un valor estético, un valor sin utilidad ni propósito. Esto nos lleva a pensar que el reciclaje cultural, por tanto, la valorización y la devaluación de las figuras del pensamiento, opera según la ley del sentimiento.
El asnillo de Buridán siempre pierde la partida
Tengo para mí que uno de los temas más esenciales de la reflexión filosófica, al menos desde Aristóteles, aunque a menudo muy implicado en Platón, por ejemplo en su diálogo Político, es el de en qué consiste hacer algo. Como en cada una de estas cuestiones esenciales, caben aquí dos actitudes cognitivas, una macro o […]
El olor de una emoción filosófica
Hay sentimientos de primera, de esos de los que todo el mundo quiere hablar. Y otros que casi es mejor mantener ocultos, porque tocan aspectos de la realidad que no resultan tan atractivos. Son los que Aurel Kolnai, inspirador del autor del libro que comentamos, denomina «sentimientos hostiles», incluyendo también una fenomenología del odio y […]