El enigma de Odradek
Comentario a KAFKA, Franz: Cuentos Completos. Valdemoro, Valdemar, 2024. Puede que individualizar un enigma a propósito de Franz Kafka sea una especie de tautología, ya que en este judío de Praga todo resulta enigmático. ¿Qué quiso decir cuando dijo? ¿Dijo, en verdad, algo? ¿No supone el conjunto de lo dicho por él un fuerte desmentido […]
Desde la ventana, el bosque: sin otra cosa que ser
Leer a Heidegger requiere paciencia. Al acercarnos a su lectura, algo nos retiene y pregunta. ¿Para qué Heidegger? Puede que el fervor inicial de tal pesquisa haya sido superado por la ambigüedad de lo que la impulsa. Hemos tocado la zona del pensamiento en la que se confunden lo que desagrada y fascina, lo que […]
Variaciones sobre lo inacabado
Lo que es indudable es que Meyrink modifica por completo, no ya la mística sefirótica y del hombre primordial (Adam Kadmon) de raíz hebrea, sino también la leyenda específica de la creación del Golem por Rabbi Löw, el Maharal de Praga. De hecho, el Golem no es nadie, no en el sentido de la identidad convencional, sino una singularidad traspersonal, como refiere el marionetista Zwakh, quien tal vez debido a lo proporcionado de su oficio para dar cuenta de este gran guiñol espectral, transmite la que tal vez sea la más medular de las versiones o variaciones del Golem que presenta en la novela.
La vi, Malte, la vi: una enseñanza sobre la mirada (Rilke y la imagen II)
Existe, está claro, una relación entre la aparición como una apertura en lo visible y lo que Rilke llama lo Abierto. En este punto, todo Rilke, y para muestra sirven sus Cuadernos de Malte, es una enseñanza sobre la mirada. Así pues, el pasaje sobre la aparición de Ingeborg no es una abdicación ante un misterio insondable ante el cual uno tendría que caer de rodillas. Al contrario, si Malte hace de la escritura de esta historia una especie de ejercicio espiritual, es en el sentido de la disciplina implacable que se impone a sí mismo para aprender a ver. Aprender a escribir. El Otro no es una instancia trascendental que le dictaría algo, o que le daría a una pintura la última pincelada de algún más allá cuya idea Rilke rechaza.
La película que (al fin) cayó del cielo
Lo exterior, como siempre en Lovecraft –y en un continuador ejemplar como el antedicho Derleth- trae devastación y desesperación: no hay un enemigo físico real para la batalla, sino que, por el contrario, es su propia familia la que se convierte en algo monstruoso. No desechen la posibilidad de ver esta película si son amantes del universo Lovecraft.