Yuli, obligación y pasión – Icíar Bollaín
Es un gusto como Paul Laverty retrata en su guion a todos los personajes con sus luces y sus sombras, donde nadie es tan bueno ni tan malo como se pueda creer o aparentar. Busca en todo momento el arraigo familiar y cultural, la necesidad de mejorar aunque a veces no sea de la forma correcta.