ALGO QUE NO ENCAJA
Aproximarnos al pasado, al más remoto pasado, no siempre supone aventurarse en terreno conocido. Paradójicamente nuestra Historia nos depara sorpresas, vacíos que aún no sabemos interpretar e infinitas preguntas a las que poco a poco tratamos de dar respuesta. Si particularizamos sobre el período prehistórico, cuyo punto final sería la aparición de la escritura alrededor del 3.500 a.C. en Sumer (Mesopotamia), la cosa es aún más compleja. Las primeras civilizaciones, según se dice, se forjarían entre el Tigris y el Éufrates radiando poco después hacia las tierras del Nilo y el Valle del Indo. Nacería el comercio, la navegación de altura, la metalurgia y en general «el progreso». Occidente tendrá que esperar hasta el 1.000 a.C. para que los primeros navegantes originales del este, de mano de los fenicios, arribaran a las costas de Andalucía. Entonces, casi a modo de nebulosa, se empieza a hablar de Tartessos sin saber muy bien qué fue ni cómo pudo originarse… La referencia a otros mitos anteriores en el tiempo como la Atlántida es inevitable.
¿Y si hubiera una explicación sencilla para encajar todas la piezas del puzzle?, ¿por qué habría que esperar tanto para que ambas cuencas mediterráneas se dieran por fin la mano?.
«Sumerios en Andalucía: una revisión a la Prehistoria del Mediterráneo» es el segundo libro del alicantino, nacido en Alcoy y residente en Petrer, Mario Mas Fenollar. Según el autor, si se admite que los fenómenos neolíticos e incluso otros como la Cerámica Cardial, arribaron desde oriente no sólo por tierra (también por mar) entre el VII y V milenio antes de Cristo, ¿qué sentido tendría encontrarnos con una laguna de cuatro mil años hasta el próximo advenimiento de marineros procedentes del este?. Si a esto le añadimos que Europa vivía inmersa en lo que culturalmente se conoce como Megalitismo, donde la dimensión marítima tanto atlántica como en la mitad occidental mediterránea es indiscutible, ¿cómo encajar que Oriente viviera a espaldas de Occidente durante tanto tiempo?. Se sabe que el influjo megalítico llegaría hasta Malta, justo al ombligo del Mediterráneo.
OTROS OJOS
El autor, asumiendo con incredulidad la visión ortodoxa, vuelve a leer nuestro pasado con otros ojos. El lector descubrirá no sólo cómo las conclusiones a las que llegará son creíbles sino que podrá comprobar cómo muchos interrogantes de la Prehistoria Mediterránea, hasta ahora irresolubles, cobran sentido. ¿De qué manera explicar la presencia de un zigurat en la isla de Cerdeña?, ¿no se suponía que eran templos sumerios?. ¿Cómo explicar las extrañas pinturas rupestres de una gran variedad de embarcaciones en el abrigo de Laja Alta en Cádiz?. ¿No fueron los métodos de navegación durante la Antigüedad (el cabotaje y la suelta de aves) suficientes para navegar de este a oeste un mar tan asequible y salpicado de puntos de referencia como el Mediterráneo?. ¿Por qué simplemente sorprendernos con un foco metalúrgico en el sur peninsular o con la similitud entre las murallas del poblado de Los Millares y las existentes en la isla de Syros, una de las Cícladas?. Es más, incluso los textos literarios sumerios y egipcios que hablaban de la navegación hacia lejanas tierras -como lo que sin duda habría supuesto Occidente- así nos lo indican. ¿Qué son los «hombres de piedra» descritos en la Epopeya de Gilgamesh para un sumerio sino marineros megalíticos cuyos templos se construían con enormes bloques de piedra?…
Y UNA SENCILLA EXPLICACIÓN
Muchas dudas quedarían resueltas. Sin embargo, en la opinión de Mario Mas Fenollar la hipótesis que se plantea no es en modo alguno una peregrina. Sería coherente con aquellos primeros contactos neolíticos y con la posterior y rápida orientalización de la península que cristalizaría con el pueblo íbero. Se trata de una tesis que, en un in crecendo, conecta en el tiempo dos momentos perfectamente conocidos: la neolitización desde oriente y las primeras colonias fenicias. Sin duda alguna estamos ante una obra recomendable para los amantes de la Historia…
Para más información:
Me parece un artículo hiperinteresante. Gracias por la recomendación.
Hola Javier
Nos alegra que te haya venido bien el artículo. Gracias a ti por comentar 🙂
Un saludo.