Qué pesado. Otra vez. Será que no hay películas. Ya avisé la última vez que hay muchos acercamientos posibles a “Vertigo”. Y muchas películas que contar con ella y sobre ella. Hace tres años y medio la vi por última vez y la descubrí hace más de veinte. Ahora el blu-ray permite estos pequeños apuntes. El rayo que no cesa.
V de VULNERABILIDAD: La novela original de Pierre Boileau y Thomas Narcejac “Sudores fríos”, que habían escrito expresamente para Alfred Hitchcock, al no haber podido hacer él “Las diabólicas”, mencionaba directamente la impotencia de Scottie (James Stewart), como se menciona también sutilmente en la película. La ruptura del compromiso por parte de Midge cuando salían en la universidad o las quejas de Judy antes de volver a convertirse en Madeleine porque Scottie no la toca. Por no hablar del muy citado momento en el que Kim Novak descubre que el personaje de Stewart la ha desnudado. O ese momento humorístico en el que Kim Novak dice haber encontrado a Scottie gracias a la toerre Coït, contestando Scottie que “es la primera vez que esa torre (fálica como la Agbar de Barcelona) le sirve de algo”. Imposible expresarlo sin la figura humana de James Stewart que no deja de moverse con el desmanejamiento de un héroe de Capra, pero no deja de exhibir al tiempo una perturbación en los ojos y en la voz sobrenatural.
E de EQUILIBRIO: Imperfecto el que exhiben sus dos mitades. La primera ocupa un 60% del metraje total mientras que el 40% restante completa la película consiguiendo un pleno equilibrio en ese desequilibrio. Si el 60% se desarrolla utilizando un ritmo contemplativo, según la perspectiva de un “emotivo”, como le dijo Hitchcock a Truffaut, el 40% restante acelera el desarrollo narrativo. Ese procedimiento de desaceleración-aceleración le da a la película unas proporciones pluscuamperfectas.
R de RÁNKING: El 2 de agosto de 2012 salta la sorpresa. 60 años después “Ciudadano Kane” pierde el primer puesto en las votaciones de Sight and sound para dirimir cuál es la mejor película de la historia del cine. “Vertigo” es la elegida. Eso supone no sólo un cambio en el podio, sino un cambio de paradigma crítico. “Ciudadano Kane” no sólo es una película con una serie de valores estéticos y cinematográficos, se presenta también con una carga de profundidad obvia, explicitada, a la vieja manera, como gusta a la crítica y al público instruido, una buena película, una gran película dice algo y lo dice con voz alta, clara e incontrovertible. “Vertigo” también dice algo, pero no deja de ser un policíaco, un cuento de fantasmas, una película de amor, cosas que nunca habríamos imaginado que pudiesen ser la mejor película de la historia del cine.
“Vertigo” nunca había tenido tanta suerte, participó en el festival de San Sebastian y ganó premios al mejor director y al mejor actor, pero Hitchcock y Stewart tuvieron que compartirlos respectivamente con Monicelli por “Rufufú” y con el Kirk Douglas de “Los vikingos”. La mejor película fue para la olvidada película polaca “Eva quiere dormir”. Y si se preguntan por los responsables del dislate estaban allí tipos tan poco sospechosos como Luis García Berlanga o Anthony Mann.
T de TRAMA: Si algo también destaca para bien o para mal es la insostenibilidad de la trama. Es a estas alturas emocionante ver cómo comienza con una persecución, cuyas motivaciones originales no pueden ser más irrelevantes (es que no pueden). Ver cómo sigue con el sobreentendido de quienes ven a un hombre colgado y suben a buscarlo. O todo el entramado de Gavin Elster, absolutamente azaroso y caprichoso. Como azarosos y caprichosos son los contradictorios sentimientos de Judy, que ponen al descubierto su crimen con una facilidad pasmosa. Alec Coppel y Samuel Taylor quizás no estructuren su trama policiaca como lo harían en el manual del guionista, pero diga lo que diga Amenábar tienen claro cómo resolver en los momentos clave en los que la película se juega la diferencia entre una obra maestra y un vulgar suspense sorpresivo. Desvelar rápidamente quién es Judy permite el doble juego que preside la segunda parte de la película. La mujer que quiere ser amada por cómo es y la mujer que lucha transformación tras transformación por no ser descubierta. Si el espectador no conociese la información la película se empobrecería terriblemente. Y de la misma manera que hacen eso saben moverse durante toda la película entre las distintas capas que van desde la intriga a la profundidad del sentimiento amoroso y sexual, el viaje que va desde la investigación de un crimen al nacimiento, ruptura, segunda oportunidad y final de una pareja.
I DE IRREALIDAD: Quizás fusiló el “Tristan e Isolda” de Wagner pero la banda sonora de Bernard Herrmann tiene la misma magnitud de la película. Muchos de los planos de la película, como el acecho en coche de James Stewart o la visita al cementerio podrían pertenecer a otro tiempo, a lo mejor del cine mudo, planos que en los años 50 sólo encuentro en “El hombre tranquilo” de John Ford. “Vertigo” es encuadrada siempre en lo onírico y en lo irreal, pero es otro viaje que sabe hacer desde lo absolutamente real.
G DE GOLDEN GATE: No lo veíamos claro cuando vimos el vhs, pero las localizaciones en San Francisco y en la misión de San Juan Bauitista a 150 kilómetros de San Francisco son de un realismo absoluto. Hitchcock evidencia el artificio, y no es difícil imaginar el tanque de agua en el que Scottie salva a una ahogada Madeleine, pero las nuevas tecnologías como el blu-ray revelan a Hitch, aquí o en “Con la muerte en los talones” como un soberbio retratista urbano. Con el desempeño inconmensurable de Henry Bumstead diseñando los apartamentos de Scottie o de Midge. El mismo Henry Bumstead que 50 años después nos llevaría al gimnasio de “Million dollar baby”. A medida que la película se ve mejor con los años, que la hemos podido ver restaurada y en cines dan más ganas de viajar a San Francisco y de cenar en Ernie’s
O DE OBRA MAESTRA: Hay tantos acercamientos a “Vertigo» como veces se ve. Nunca parece que estés “otra vez” con la misma película, aunque sepas que aún hay demasiadas que no has visto. Éste es un acercamiento posible. Y quedan infinitos. A mí me ha ido pareciendo cada vez más atractiva Kim Novak, pensé que estaba algo afeada porque era la mujer reconstruida, la que Hitchcock no quería, ya que su pretensión era darle el papel a Vera Miles. Así la historia de la película era la historia de su director. Pero he cambiado de opinión. Pero lo que me fascina cada vez más es la superlativa interpretación de Barbara Bel Geddes y su personaje de Midge, la mujer auténtica, real y creíble. Quizás otro acercamiento futuro debería saber qué fue de ella. Suponemos que Scottie se queda para siempre en ese campanario, pero ¿cómo sigue la vida para ella?, ¿se casa?, ¿no se casa?, ¿tiene hijos?, ¿le habla a su prometido de lo sucedido anteriormente?, ¿cuida de un vegetal Scottie?, ¿decide que aún queda mucha vida?. El final para la censura le daba un importante papel, se creyó que los timoratos verían complacidos que Scottie y Midge acababan juntos. Scottie volvía a casa y le pedía una copa a su amiga. Sabemos que eso es imposible, pero tras la desolación del campanario sabemos que hay muchas historias después de “Vertigo”, muchas películas y mucha vida por contar.
[…] 3. Sudores fríos […]