Cada vez es más habitual que una mujer sea la protagonista de una serie o película con un cargo dentro de lo policial, ya sea del ámbito que sea. Aquí en Hightown es dentro del Servicio Nacional de Pesca.
La primera temporada que consta de cuatro capítulos ya está disponible en STARZPLAY. Cada capítulo no llega a una hora, y va dejando ligeros detalles no solo de lo que pasará en el siguiente y en el posterior. En cada uno de ellos parece centrarse en un personaje algo más aparte del principal, pero es algo que no se evidencia excesivamente, porque quizás más que en la persona sea en lo que le concierne a él en la trama y todo lo que está a su alrededor.
Jackie Quiñones, (Mónica Raymund, «Chicago Fire», «The Good Wife») agente del Servicio Nacional de Pesca, tiene una vida un poco alterada, por sus amores y por sus adicciones. Cada noche después de su trabajo busca una aventura, soltar adrenalina donde vive, Cabo Cod. Después de una noche de fiesta y al salir a tomar aire encuentra el cadáver de una chica, se piensa que puede ser un ajuste de cuentas y otra víctima más del mercado de las drogas. Ahora Jackie querrá seguir investigando al respecto, aunque no es su labor, pero para ello y para mantener su puesto tendrá que entrar a terapia para desintoxicarse y eso sí que será toda una travesía y una meta para ella.
Pero no es solo ella la protagonista, serán sus compañeros, los amigos del pueblo, los agentes de policía, los asistentes a terapia, y todos los que se entrelazan en cada una de sus vidas, porque Hightown en cierta forma está compuesta de esas vidas cruzadas que se teje en muchos thrillers policiales, aunque aquí los emocionales también una buena participación. No se queda atrás el marcar la distinción de clases sociales, dependiendo de la nacionalidad.
El inicio de Hightown nos da a entender que vamos a adentrarnos en un ambiente policial, no tanto un thriller, pero si desde el primer momento el drama aparece, sin ser evidente, pero la protagonista es una mera fachada y se destapa cuando su cara y sonrisa cambia cuando se encuentra sola. Hay drama personal dentro de ella que se ve, y que se irá desgranando a medida que evolucione cada capítulo.
En cuanto a la imagen tiene dos tonalidades muy diferenciadas, la que busca el colorido cuando la protagonista está en su ambiente, y la gris cuando todo se vuelve turbio y nos sumergimos junto con los personajes en la parte de intriga. A los cambios de imagen también se une la música que hace que el dibujo sea mucho más convincente , por momentos, que lo que se cuenta con palabras.
Pero no solamente en ella, todos los personajes que viran en torno a la investigación policial guardan algún secreto, no aquellas que no están salpicadas directamente, que al final no son otras que las que pagan las consecuencias de los actos de los contrarios. Hay un equilibrio en lo positivo y negativo que se va viendo, y entre medias el peligro que se corre de caer en lo que no se debe.
La creadora de la serie es Rebecca Perry Cutter, pero no es la única directora está también Rachel Morrison, quien ha dirigido los dos primeros episodios de la serie, y con David Rodriguez. En cuanto a producción están Gary Lennon y Jerrry Bruckeimer, entre otros, siendo un asiduo de nuestras pantallas tanto en series como en películas.
Hightown puede que no sea una montaña rusa en cuanto a acción si lo miramos con un thriller, va más allá, ahonda en la fragilidad y debilidad de las personas para caer y recaer en la misma trampa. Al menos es lo que evidencian los cuatro capítulos que deban abiertos muchas incógnitas de todas las relaciones personales que se han formado en estas casi cuatro horas de serie en su primera temporada.