El uso de plantas medicinales para nuestra sanación y bienestar es un camino de autoconocimiento y empoderamiento.
De lo que se trata de aliarnos con los seres vegetales y trabajar en equipo con la Madre Tierra para despertar a la mujer curandera que habita en nuestro interior.
Las chamanas y curanderas de diferentes culturas y territorios afirman que cada planta tiene su propio espíritu y que podemos entrar en comunicación con ellas permitiéndonos esa conexión.
Este conocimiento ha sido guardado y transmitido por las mujeres desde tiempos muy antiguos y el sistema patriarcal pretende arrebatarnos estos saberes pues conectar con esta sabiduría también es conectar con la autogestión de nuestra salud.
Cuando estuve viviendo en Perú, mis maestras también me enseñaron que podemos diferenciar entre plantas medicinales y plantas maestras.
Las plantas medicinales serían aquellas que sirven para nuestro bienestar o para aliviar algún dolor, molestia o síntoma físico aunque también trabajan a nivel psíquico, emocional y energético.
Desde la cosmovisión de los pueblos indígenas está presente el enfoque holístico de la salud entendiendo que somos un todo.
Por otra parte, las plantas maestras son aquellas que permiten acceder a un estado superior de conciencia y algunas de ellas son la ayahuasca, el toé, peyote, wachuma…
Au uso se realiza en un contexto ceremonial con una chamana o chamán que guía la ceremonia y conoce los efectos que esta planta produce para ayudar a vivir una experiencia terapéutica y sanadora.
Cuando vivía en la selva amazónica empecé a incorporar el uso de plantas en mi vida de manera cotidiana y sentí el despertar de una memoria antigua.
Fue cuando me atreví a experimentar en el mundo del cine amazónico gracias al documental Curandera del que me siento muy honrada de haber participado como directora.
La protagonista, Dona Cotrina, curandera experta en la medicina natural amazónica y en las ceremonias de ayahuasca, nos cuenta su propia experiencia e historia de vida como maestra curandera.
Ella también tuvo que salir de una relación tóxica con un hombre machista para conectarse con su propósito de vida y cumplir su sueño de convertirse en mujer medicina para sanar a otras personas con la medicina ancestral amazónica.
Cuando me contaba que había dudado de sí misma, que se había sometido a los patrones y estereotipos de género presentes en la sociedad, que había creído que no se podría separar de su marido durante años… sentí que los malestares de género nos atraviesan a todas y que, también todas, podemos conectar con esa mujer medicina que llevamos dentro.
Hay infinidad de formas de entrar en contacto con la mujer medicina y curandera que habita en cada una de nosotras.
Entrar en contacto con la Madre Tierra como deidad para nuestra sanación y bienestar es un conocimiento ancestral muy antiguo utilizado sobre todo por las mujeres.
A veces solo hace falta salir a la naturaleza, cerrar los ojos y preguntarse a una misma:
¿Qué siento? ¿Qué necesito?
Y dejar hablar a esa mujer sabia y curandera que somos.
Quizá nos encontremos con aquella verdad que ya sabíamos desde hace tiempo, quizá tenga que ver con despertar nuestra memoria y volver a conectar con las plantas y con los animales como hacían nuestras abuelas.
Quizá en ese camino encontremos la revolución que tanto estábamos esperando.
[…] este momento que vivimos hay también un despertar para la sanación del inconsciente colectivo femenino del que también formamos parte. Este inconsciente colectivo tiene que ver con la memoria de las […]