El próximo día 20 de marzo Chefa Alonso, María Prado, Marina Oural y Cova Villegas estarán en Ellas Crean con la presentación musical del libro Improvisación Libre. La composición en movimiento. La autora del libro Chefa Alonso, nos habla del proyecto y de su participación en el festival Ellas Crean.
Chefa Alonso, música, profesora e investigadora… ¿Cómo se conjuga todo?
Dedicándole todo el día, más o menos salen las cuentas. Me gustan todas las caras de mi profesión: composición, improvisación, docencia, escritura, interpretación de saxo soprano y percusiones raras, así que me dedico con bastante tesón y un entusiasmo que me sigue sorprendiendo, a lo que ha sido un motor importante de mi vida.
¿Cómo nace MOLIMO?
Molimo nace entre Londres y España, hace unos quince años, en formación de trío con Bárbara Meyer al violonchelo y Cova Villegas a la voz (cantante y pianista con la que toco y trabajo desde finales de los años ochenta). Yo, con el saxo soprano y la percusión. Con este ensemble de improvisación libre tocamos en distintas ocasiones en Londres, Alemania y España y grabamos nuestro primer disco (en Alemania), publicado en Véctor Sounds. Hace unos años, Cova y yo retomamos el grupo incluyendo a María Prado, una joven y extraordinaria violonchelista, con la que comparto otros proyectos musicales (como Akafree, cuarteto de free jazz con composiciones originales o Cinco y pico, quinteto de improvisación libre). A las tres nos interesa la poesía y la colaboración con otras disciplinas artísticas, desde la improvisación libre, así que invitamos a Marina Oural, otra mujer maravillosa con la que colaboro en diferentes proyectos escénicos (Rosas Negras, Maleducadas, ambos combinando música y poesía), a integrarse en Molimo.
Cuatro mujeres, ¿cómo surge esta unión, y cómo ha sido este trabajo en común?
La idea surge el pasado verano, tras publicarse la nueva edición ampliada de mi libro Improvisación libre. La composición en movimiento. Editorial Cántico (junio 2023). Me invitaron a participar en el Festival Maré de Santiago de Compostela y yo propuse a Molimo cuarteto para realizar una performance de música y poesía, incluyendo textos del libro que para nosotras siguen teniendo importancia y pertinencia.
Además de fragmentos del libro, incluimos dos poemas de Marina Oural y Ugía Pedreira, dos creadoras gallegas con una fuerza difícil de encontrar y algunos haikus o micropoemas de mi autoría. Para esta propuesta, la primera estructura de la pieza la propongo yo, y en los ensayos vamos ajustando, cambiando e incluyendo las sugerencias de todas. Es un trabajo de creación colectiva.
Improvisación libre llevado a las tablas, a un concierto, ¿Cómo ha sido esa creación?
Lo que llevaremos a escena no se va a repetir más. Gracias a que tiene un componente de improvisación libre definitivo, nunca volverá a ser lo mismo. Sin embargo, la propuesta descansa en una estructura y composición previa que no se refiere tanto a notas, melodías o ritmos concretos, sino a determinadas reflexiones y elecciones de contexto sonoro, dinámicas, texturas, timbres, agrupaciones.
¿Qué nos vamos a encontrar en vuestra representación del día 20 en el Museo Arqueológico?
A cuatro mujeres de distintas generaciones inmersas hasta el tuétano en la creación poética, sonora y de pensamiento. Textos, voces, violonchelo, piano, kechapi, saxo soprano, percusión menuda. Cuatro mujeres con la intención de comunicarse con el público y conmoverlo.
¿Qué significa para vosotras estar en Ellas Crean?
Para nosotras es un orgullo y un premio participar en este festival que recoge propuestas tan diversas, interesantes y novedosas, y que pone en el centro los compromisos y las creaciones de las mujeres.
¿Qué es para vosotras la improvisación libre?
Un nuevo lenguaje de entendimiento colectivo y comunicación que provoca alegría y te enseña tolerancia para aceptar y trabajar con las diferencias.
¿Podríamos decir que en parte lo que vamos a ver es una performance musical recitada?
A nosotras nos gusta llamarle poesía en concierto, nombre que le dio Teresa Sebastian a este tipo de propuestas que mezclan la música y la poesía desde la creación y la improvisación compartidas.
¿Concibes la música sin la improvisación?
No. La improvisación es lo primero en cualquier contexto creativo.
Es muy habitual oír aquello de que «todo está creado», pero desde tu visión musical, ¿estás de acuerdo con esa afirmación?
No, no lo creo, porque incluso aunque todo estuviera creado, cada nueva mirada lo haría diferente. Para mí, lo importante en la creación no es tanto la originalidad del material (que también) como el que haces con ello y cómo lo haces. Una improvisadora no puede estar inventando todo el rato sonidos nuevos, pero sí puede hacer novedosas asociaciones entre los sonidos existentes que lleven a un lugar inexplorado.
Es bastante normal que la enseñanza musical parta de lo teórico y la imaginación parece no tener cabida, pero tú eres de la opinión de que hay que dejar salir todo lo que cada persona tiene dentro, ¿hay que cambiar el sistema educativo musical para sacar el potencial de cada músico?
Sin duda. De joven pensaba que había que quemar los conservatorios (como metáfora, obviamente), ahora que soy mayor, pienso exactamente lo mismo, pero más convencida, porque la inercia que tiene el viejo pensamiento conservador es dificilísimo de cambiar. La esencia de las enseñanzas artísticas desde mi punto de vista es estimular el pensamiento propio y crítico y la creatividad, además de conseguir una técnica y un control de tu “instrumento” (sean los pinceles, el cuerpo, o un instrumento musical). En el caso de la enseñanza musical, habría que volver al sonido, al respeto de las necesidades expresivas de los alumnos, la actualización de un repertorio obsoleto, la estimulación de un lenguaje personal y la capacidad de expresarte a través de tu instrumento (además de leer e interpretar partituras); hay que favorecer la práctica colectiva de la improvisación.
¿Qué aporta la enseñanza a tu faceta creativa?
Muchísimo. Para mí es muy importante el contacto con mis alumnos, con la gente joven que tiene curiosidad. Ellas y ellos me permiten estar “actualizada” y seguir el pulso del mundo. Aprendo sin cesar gracias a mis estudiantes.
¿Un sueño por cumplir?
Llevar a cabo alguna propuesta creativa sin tener que ocuparme nada más que de lo creativo. Poder contar con gente que se encargue de las gestiones burocráticas y la producción. Sería un alivio y algo para celebrar.