Llegamos a aquello que nosotros conocimos como La Tabacalera cargados de trastos. Hemos esperado con ansia el día de la entrevista y estamos un poco nerviosos. Este es nuestro primer reportaje institucional y eso siempre da respeto. Sin embargo, la naturalidad con la que nos recibe Cati Rodríguez, Coordinadora de Las Cigarreras, hace que se nos escapen una sonrisa y un suspiro.
Confesamos que después de tener todo el chiringuito -cámaras, trípode, grabadoras- montado en la oficina nos damos cuenta de que vamos a tener que desplazarnos, porque el teléfono no para de sonar. Y es que en Las Cigarreras se trabaja mucho, muchísimo. Así que bajamos a la sala de exposiciones y buscamos un rinconcito en el que no molestemos demasiado al grupo que está visitando la maravillosa exposición de fotografía de Chema Madoz.
Pero esto… ¿qué es?
Las Cigarreras es un espacio cultural rehabilitado a partir del edificio de la famosa fábrica de tabaco de Alicante -de ahí su nombre actual, como homenaje a las antiguas trabajadoras-, enfocado sobre todo a albergar cualquier forma de arte contemporáneo, algo que hacía falta en la ciudad. Lleva en funcionamiento más de dos años y la respuesta del público ha sido espectacular. Suponemos que se debe en gran parte a la amplia programación que ofrece en sus diferentes espacios: Casa de la Música, Caja Negra, Sala de Exposiciones, Espacio CAMON…
Ya, claro. Cultura contemporánea. Eso es para gente «que sabe».
La respuesta de la coordinadora es un rotundo NO. Las Cigarreras recibe con los brazos abiertos a toda clase de público, sin distinciones ni elitismos. Incluso a los niños, para quienes organizan numerosas actividades. Y además, la entrada es gratuita. El único requisito para atravesar sus puertas es poseer un alma inquieta y con sed de conocimiento. Danza, teatro, fotografía, escultura, talleres, visitas guiadas a las instalaciones, conciertos. Cati afirma: «TODO ES CULTURA».
De cualquier modo, son tiempos difíciles para los soñadores…
Que cuesta sacar adelante un proyecto como el de Las Cigarreras es una obviedad. Pero el equipo, y también los artistas que colaboran con el centro, se esfuerzan por seguir ofreciendo una agenda interesante y de calidad, porque son conscientes de que el arte es el alimento del espíritu, aunque no dé de comer.
Eso es quizás lo que más nos emociona de la conversación que tenemos con Cati, la ilusión que Las Cigarreras pone para salir adelante y además hacerlo con una buena programación, la implicación para hacerse un hueco en la actividad de la ciudad a pesar de los tiempos que corren. El deseo de ser madre que alimenta el espíritu de Alicante.
Os dejamos con la entrevista completa, una estupenda galería de imágenes y la efusiva recomendación de que convirtáis Las Cigarreras en destino habitual.
Las cigarreras
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