Denominada como «El agujero del mundo», la mina de Mir es una mina de diamantes a cielo abierto situada en la fría Siberia. ¡Cómo debía ser el frío allí para dejar un lugar tan impresionante y trabajado al abandono!
Evidentemente, no solo el frío llevó al abandono en 2011 este espectacular espacio, sino que la escasa rentabilidad en la extracción de este preciado bien, no fue la suficiente llegado un momento. Y yo digo… BRAVO, claro que sí. Me encantan los lugares abandonados, nunca pecan de querer ser protagonistas de nada ni ante nadie… ¿pero éste?. Éste se lleva la excepción, ¿cómo no iba a ser protagonista un espacio tal? Que me lo explique alguien… La mina tiene un diámetro de 1200 metros y, lo que es más humillante para el ser humano, 525 metros de profundidad, algo que debe agotar hasta cayendo a cuerpo muerto.
Sus fotografías... Filip Singer
En la actualidad esta mina no es más que un gran foco de atracción turística, lo cual no es poco, pero anteriormente supuso un enorme motor para una ciudad. La ciudad de Mirny se debía a este gran agujero. Impresiona ver imágenes aéreas de una sociedad y de sus calles dibujadas por y para este agujero. Y no es el primer caso en el que una ciudad aparece entorno a una fuente de producción y se desarrolla trazando sus huellas a razón de ella, pero este caso es especial, creo que este gran hoyo de diamantes tiene un encanto sublime. Debe ser su escala, la relación con sus creadores. ¿Cómo es posible que el ser humano, en su pequeñez, sea capaz de manipular de este modo el medio en el que vive?
Hace unos años, cuando todavía aspiraba a algún día denominarme arquitecto, realicé junto a un par de compañeros más, un intenso trabajo sobre este lugar. Mirny, como ciudad, y su mina, como generador de ciudad. En aquel momento nos situamos en el extremo caso en que, por circunstancias de la trepidante vida siberiana, fuese totalmente inviable la vida humana en la superficie debido al frío. Y allí insertamos una emocionante ciudad subterránea. Galerías y trazados bajo cota cero que comunicarían todas las zonas de la ciudad entre sí y, cómo no, con la Mina. Todo aquello derivó en cosas aún más extrañas y surrealistas… pero no entraré en detalle, mi grado de fantasía está comenzando a no ser soportable. Solo os invito a tratar de ubicar físicamente y adivinar, el lugar donde aquellos pequeños humanos fueron depositando tantas y tantas toneladas de tierra conforme aquel agujero se fue dilatando. ¿No es genial? Pues los muy fenómenos decidieron dibujarse un horizonte con toda aquella tierra, generando la orografía de la ciudad, nuevas montañas de tierra extraída, trasladada y depositada rodeando Mirny y haciendo de esta pequeña urbe un destino único para los espíritus más siberianos.
Aquí os dejo uno de los dibujos de aquel proyecto surrealista del que os hablo. En la distancia y sabiendo que pecábamos altamente de ingenuidad… me parece precioso.