Godless es ruda, brusca, oscura, triste, un pozo sin fondo de desemperanza pero está tratada con la verdad de las miradas y por ello es muy difícil no caer en creer todo lo que nos cuenta, más allá de no desear que sea verdad.
¿Es agradable de ver? No ¿Necesaria? Sí, siempre y cuando uno quiera vivir en la realidad y no impostado en el confort de una sala de cine para visionar mera ficción con poco o nada de fondo.
Gana es una cuidadora social que acude a los domicilios de personas mayores para su cuidado personal y atención domiciliaria en todos los sentidos. Su desempeño laboral es desarrollado con tosquedad y con toda la apatía del mundo ante la gente desvalida que asiste. Es más, les roba sus documentos de identidad para venderlos. Todo ello con la ayuda de su novio, una relación un tanto tóxica en la que ella se ampara.
La directora Ralitza Petrova debuta como directora con un drama social que desborda frialdad, indiferencia por un sector y desamparo total en cuanto a la asistencia a la tercera edad. Una cinta con las mismas tonalidades, grises y negras, que las que se vislumbran en un guion que nos lleva a los bajos fondos de Bulgaria.
La película consiguió en el 2016 en Festival de Locarno 2016 los premios a Mejor película y Mejor actriz. Lamentablemente la cinta no ha tenido recorrido comercial en nuestro país, pudiendo acceder a ella en festivales de cine europeo como Muces y en plataformas online.
Godless está rodada con actores amateurs, imponiendo la naturalidad de la posible experiencia y reconocimiento de los hechos narrados. Algo que me impactó después del visionado es ver el calado emocional que todas las interpretaciones desprenden, cómo se percibe lo que se ve y lo que no, puesto que las autoridades y las familias son una gran ausencia en la película, pero no por ello no dejan de tener su responsabilidad. La falta de esas parcelas es la forma de adjudicarles su parte de no compromiso con sus obligaciones morales.
Gana es un personaje con misterio, que nos hace pensar cómo, cuándo y cuáles son las razones por las que ha llegado a esa situación. Si todo le viene impuesto o le sale de su personalidad. El metraje irá dibujando lentamente su personaje, con la misma indiferencia que ella representa, siendo fiel espejo de sus actos, hasta que, como todo en esta vida, lleguen a ese punto de no retorno y que sea el detonante para abrirse al mundo exterior.
Cada uno interpretará si queda un recoveco de esperanza en el tramo final de Godless, si cabe un rayo de luz ante tanta negrura emocional y social. Es un drama social que está dotado del dolor visto desde las entrañas, observadora desde la cámara minuciosamente con tonalidades oscuras sin dejar casi respiro.
Una crítica feroz al sistema, a la sociedad, a cómo se trata al ser humano en dependiendo qué situaciones. La directora delinea unos personajes muy complejos pero con gran destreza, los indefensos y los que se aprovechan de esta situación. Lo que más se destaca es la crueldad psicológica que ampara por momentos la física aunque queda a libre interpretación, siendo la primera mucho más feroz ante la parte de la sociedad que se encara.
Ficha técnica