Nacido en Madrid hace 60 años, Fernando Gessa Rivas lleva 20 residiendo en el Mediterráneo, en Alicante.
Tiene estudios en Publicidad, Marketing, Administración y Arte dramático y se define como escribidor recalcitrante.
Una buena amiga y colega, que se define igual prescindiendo del recalcitrante, aunque pienso que casi todos lo somos debido a las circunstancias vitales de la actualidad, explica que un escribidor es un aprendiz de las palabras. Un escritor –estoy en ello, que conste–, por el contrario, domina esas palabras, las manipula, las altera, las hiere y las salva. Juega con ellas de tal manera que hace que, a los que leen sus escritos, se les escapen las emociones y los sentimientos por la piel, como si ellos fuesen los personajes de los textos.
Hablamos con Fernando de arte, del libro de relatos que nos presenta y de sus proyectos de futuro .
El arte para Fernando es…
“La representación de la intimidad y sensibilidad del artista a través de los conocimientos adquiridos y las facultades innatas”. En el campo artístico en el que él desarrolla su trabajo, el de la creación literaria y, definiéndolo de una forma empírica es “la ficción real o irreal que el alma no quiere retener ni un instante más y obliga en cierta manera a trasladarla a un papel y exponerla mundanamente”.
Fernando presenta
Un libro de relatos en prosa y algunos en verso titulado Los gatos no necesitan ir a la escuela, que acaba de cumplir su primer año. Se trata de una serie de historias breves, independientes las unas de las otras que trascurren en diversas épocas y lugares, entre ellos Alicante, donde se desarrollan La bruja de la calle San Rafael, Las tres comuniones y El lazarillo. “Las tres suceden en la primera mitad del siglo XX y son fruto de la tradición oral, algo que me encanta y que procuro practicar siempre que se presenta la ocasión, a las que he agregado mi cuota particular de ficción. Hay también varios relatos situados en Perú, país donde tuve la ocasión de residir unos años, y aprovechando la experiencia están escritos con su propia jerga, algo por lo que muchos de los que han leído el libro han llegado a comentar que parecía escrito por varios autores y no por uno solo. Quiero destacar también el regalo que ha supuesto para mí el prólogo de Carlos Bardem, que además de actor es un excelente escritor, autor de varias novelas de éxito como Alacrán Enamorado y finalista en una ocasión del Premio Nadal”.
Entre los relatos hay representación de novela negra, policíaca, de aventuras, humor, drama, guerra…
Fuentes de inspiración
Sus fuentes de inspiración son experiencias de ayer y de hoy así como sucesos, escuchas y vivencias que moldea y transforma hasta completar aquello que pretende.
En cuanto a música, Fernando necesita concentración absoluta cuando está en pleno proceso creativo por lo que no escucha ningún tipo de música. “La música me encanta y me entretiene y eso es bueno, pero malo en el momento de escribir”.
En el antes y el después de escribir, le gusta la música clásica, la lírica y la sinfónica así como el jazz y el rock. Sergei Rachmaninov y sus Conciertos para piano o la ópera Madama Butterfly de Puccini estarían entre sus favoritas.
Le hemos preguntado a quien admira dentro del mundo de la literatura y nos ha respondido que a los que tienen el valor de escribir, es decir, a todos. Aunque si tiene que nombrar a los que han sido su referente o a los que más han influido en su amor a la literatura estos son Mario Vargas Llosa y William Somerset Maugham. También le gustan Maxence Van Der Meersch, Françoise Sagan o Cuzio Malaparte, entre otros. De los clásicos, casi todos y actuales, le encanta la frescura y originalidad de Jaime Baily. “En definitiva, nada que ver unos con otros. La diversificación y la variedad al poder”.
Proyectos de futuro
Fernando está escribiendo dos libros en estos momentos. Por un lado, Los gatos también hablan, segunda parte de Los gatos no necesitan ir a la escuela, que está prácticamente acabado y que se compone de relatos de temática diversa y algo más extensos, a petición de algunos lectores que pedían más longitud narrativa.
Por otro lado, El espantajo del principal, proyecto que más tiempo le ocupa y su mayor reto literario hasta la fecha. Se trata de una novela policíaca al más puro estilo del género negro, con dosis de terror y de humor y que espera terminar a finales de año.
Además, le hemos preguntado si se imagina dedicándose a la literatura de aquí a 10 años y su respuesta es contundente: “Sí, con total seguridad si de mi depende y si la inspiración me acompaña, claro”.
I ♥ Alicante
Hay varios lugares que Fernando destacaría pero elije “uno con trampa”:
Empieza con un paseo en el Parque de Canalejas, continua por la Explanada, cruza la calle y se toma el aperitivo en una de las terrazas de El Puerto.
Enlaces de interés
Facebook de Los gatos no necesitan ir a la escuela.
Twitter de Fernando Gessa