En 2014 Fernanda Padilha Gómez se pone al frente de su propio negocio: un bar. Dos años más tarde, decide incorporar una de sus pasiones: la lectura. Y así, cada sábado se reúnen un grupo de mujeres en el QuinQuelaCafé de Terrassa (Barcelona) para hablar de literatura, y de mucho más.
¿Fernanda, qué te empujó a llevar a cabo esta iniciativa literaria en un bar que se encuentra lejos del centro de la ciudad? ¿Qué perfil de personas es la que predomina en vuestro grupo?
El mayor motivo fue el poder compartir mi mayor pasión, la literatura. Digamos que había una especie de necesidad de compartir con alguien mi pasión por leer y poder comentar cada libro leído. En mi círculo más íntimo, sólo mi hija comparte mi gusto por la lectura, pero con ella no puedo hablar todo lo que gustaría de libros, ya que no leemos lo mismo. Así que al tener el bar, surgió la oportunidad: tengo el lugar y por lo tanto, puedo crear un grupo afín a la literatura. Resumiendo, mi intención era encontrar gente con la que pasar un buen rato, comentar, conocer nuevos libros y abrirme a diferentes géneros.
Sobre el perfil… yo hice el grupo apto para todos los públicos. Es cierto que se apuntó mucha gente, pero luego el perfil ha sido mujeres de 25 a 50 años. Casi todas con un nivel alto de estudios. Mujeres que tampoco encuentran mucha gente con la que compartir la afición. Lo curioso es que recibo muchos mensajes de hombres jóvenes que dicen que vendrán pero finalmente aún no se ha presentado ninguno (risas).
2. En vuestra página de facebook, vemos que cada sábado hay un meetup. ¿Cómo os organizáis para escoger una lectura?
Nos reunimos un sábado y cada una propone un libro, lo expone y entre todas escogemos uno, a veces lo hacemos por votación. En caso que no nos pongamos de acuerdo, como organizadora, acabo proponiendo aquel que más personas han escogido. Luego vamos quedando los sábados -aunque no siempre vienen las mismas personas- y comentamos lo que llevamos leído, hasta en la última reunión que hablamos de toda la obra.
¿Tenéis alguna predilección por algún género? Terror, romántica, policíaca, ciencia-ficción…
No la verdad es que no hay ningún género predilecto, proponemos de todo. Aunque yo aún no he conseguido que leamos novela negra, que es justamente el género que más me gusta. De todas formas, otro de los motivos de la creación de este grupo era el de poder leer otras literaturas, porque creo que estoy encasillada en lo que leo, siempre que puedo tiro por el thriller, el suspense…
¿Cuál ha sido el libro que más debate ha suscitado entre vosotras? ¿Por qué?
Pues realmente el libro que más debate ha tenido ha sido El Principito por sus múltiples mensajes y lecturas. Cada una de nosotras lo asimiló de una manera distinta, así que es un libro que hemos disfrutado. ¡Hasta la rosa dio mucho que comentar! Si era o no una rosa…
Además de para fomentar la lectura, ¿qué beneficios crees que aporta una iniciativa como ésta?
Creo que aporta también comprensión lectora. A veces lees y no entiendes todo lo que el escritor quiere transmitir, con lo que hablándolo con más gente ves que hay más información de la que tú habías sacado y digamos que eso puede hacer que tengas otra opinión del libro. Aunque no me ocurrió en este grupo, sino en un grupo online, con La metamorfosis de Kafka no llegué a comprender qué quería decir el autor con la metáfora, y comentándolo me hicieron verlo de otra manera y ganó puntos en mi lista. Digamos que al no haberlo entendido bien no me había parecido tan bueno, y después de comentarlo en grupo pues pasó de un 5 a un 8.
A nivel personal, ¿recuerdas el primer libro que te marcó? ¿Lo propondrías como lectura en el grupo de QuinQuelaCafé?
No es quizás el libro que más me haya gustado de todos los que he leído, pero si fue mi favorito, de hecho sigue siendo mi favorito: Nada es eterno de Sidney Sheldon. Fue el primer libro que leí por iniciativa propia a los 16 años —una recomendación de mi madre— y fue el que me abrió la puerta al placer de la lectura y sólo por eso tiene el número 1 en mi corazón. Además es un libro entretenido, que te deja con ganas de seguir leyendo.
Sí, por supuesto que lo propondría.
¿Y qué libro no recomendarías para el grupo?
Pues realmente hay mucho libros que no propondría. Es curioso, pero antes me obligaba a seguir leyendo, pero ahora ya no. Si debo escoger uno, no recomendaría la saga de Dollanganger de Virginia Cleo Andrews. Leí los cuatro primeros, y aunque el primero —Flores en el ático— aún lo soporté, conforme fui leyendo se me hizo más y más pesado, hasta el punto de cogerle una manía considerable a la protagonista.
Como buena apasionada de la literatura, ¿qué te aporta la lectura que no te aporte una película?
Me aporta mucha más información sobre los personajes, el escenario donde se desarrolla y también hace crecer mi imaginación. Por ejemplo, sobre el personaje, en la novela te lo detalla todo, sus defectos, su carácter… Leyendo te lo tienes que imaginar todo, puedes incluso, cuando termine el libro, seguir tú misma la historia. Una película no siempre consigue tan fácilmente que te evadas de la realidad.
¿Alguna novela adaptada al cine que te haya defraudado?
Realmente ahora no recuerdo ninguna. No he visto muchas películas de libros que haya leído, pero de las que he visto, ninguna me ha decepcionado. Por ejemplo, con La ladrona de libros primero vi la película y luego leí el libro, y confieso que de no haber visto la película, es posible que hubiera abandonado la novela ya que en algunos momentos se me hizo pesada. Seguí porque sabía que valía la pena. Y sí, valió la pena.
Y si fueras escritora… ¿sobre qué escribirías? ¿Novela negra quizás?
No (risas). Creo que todo lector sueña en algún momento con escribir un libro, o dos, o cientos. Realmente siempre me ha gustado escribir pero no consigo desarrollar una historia. Sinceramente, escribo para desahogarme, así que contando con eso puedo estar segura que si algún día escribo un libro, seguro que será drama.