QUID
Como si se tratara de un acertijo, de un crucigrama o de una charada, ¿qué palabras, o cuántas de ellas, podrían ayudar a introducirnos en los laberintos que son las películas de Stanley Kubrick? Aquí, sugiero apenas algunas de ellas. Cada espectador podrá tener las suyas propias, palabras clave que unidas unas tras otras podrían conformar las líneas de un mapa, o mejor, los surcos de un rostro.
OJOS
Ojos que descubren, que develan otros mundos, no obstante muy cercanos, contiguos. Como Kiarostami o Agnés Varda, Kubrick fue fotógrafo de origen; entonces, heredó de la práctica de la imagen fija un ligero retroceso, una supuesta frialdad de la puesta en escena que no excluye la empatía, que favorece la mirada irónica. Son ojos, además, de miradas hipnóticas.
MIRADAS
Las miradas en Kubrick abren relatos, los marcan. Definen su rumbo, impregnan las historias. Pueden ser miradas alucinadas, presas del terror, angustiadas o miradas de abandono y tristeza. Miradas que son la pulsión definitoria del rostro.
ROSTROS
O máscaras. La galería de rostros en Kubrick es la del escudriñador fascinado. Fascinación que fascina. Minucia de cineasta que repara en la geografía del gesto. Del niño al anciano: la galería es la del rostro consumido, abandonado a las sombras y al mal: es el rostro del astronauta Bowman, que envejece y muere (¿o en realidad resucita en niño estrella?) al final de 2001, odisea en el espacio.
PERSONAJES
Son desplazados, criminales, maníacos, excéntricos, solitarios, cínicos, arribistas, héroes o cobardes, siempre desencantados, negados en su oportunidad última. Pueden ser rebeldes, obsesionados, o insurrectos que niegan la imposibilidad de ciertos sueños: Espartaco, Johnny Clay, el coronel Dax (Paths of glory), Clare Quilty (Lolita), el Dr. Insólito, Bowman, Alex, Barry Lyndon, el caballero Balibari (Barry Lyndon), o Jack Torrance. Son también marginales lanzados a una aventura, errancia, sentida desde el principio como un fracaso.
MUJERES
Sin misoginia. Sin ánimo sexista. La Alice de Ojos bien cerrados es quien cierra el último plano de la filmografía kubrickiana, un bello colofón que remata con la palabra «Fuck». Una luz de parte de las mujeres, en constante discordia con los hombres, de las que marcan cierta excepción las eventuales figurantes en el periplo de Ojos bien cerrados, la Varinia de Espartaco o la cantante alemana de Paths of glory.
LOLITAS
Bien pueden llevar a un final trágico, como Lolita, o despertar inquietud permanente, dada su dulce disposición, como la ninfa Leele Sobieski de Ojos bien cerrados; el caso es que en Kubrick las lolitas tienen la fuerza de una máquina infernal, como la francotiradora vietnamita de Full metal jacket.
PAREJAS
Zona de guerra: The killing, Lolita, Barry Lyndon y El resplandor proponen visiones pesimistas del amor, de la vida en pareja. ¿Sucederá lo mismo en Ojos bien cerrados?
FAMILIAS
Otra zona de guerra: en Lolita, Naranja mecánica, Barry Lyndon y El resplandor hay familias destruidas, socavadas por sus propios integrantes. Son eco de la guerra en sociedad. La violencia deriva de usurpar la figura paterna (Lolita, Barry Lyndon), o de confrontar al niño luz con el padre oscuro (El resplandor).
PANDILLAS
Otra zona de guerra: en Fear and desire, El beso del asesino, Paths of glory, Espartaco, Dr. Insólito, 2001 Odisea del espacio, Naranja mecánica, Barry Lyndon y Full metal jacket hay pandillas, bandas, grupos, corros, ejércitos, hordas, turbas, facciones, clanes, hormigueros, proclives a diezmar, asesinar, traicionar, delatar, reprimir, en nombre de su propia naturaleza («el hombre no es un salvaje noble») o de una sociedad clasista. Y en el tanteo por lo absoluto, embelesados por el poder, esos grupos tienden a desmoronarse, a morderse entre sí.
ASESINOS
En la zona de guerra: de Fear and desire a Ojos bien cerrados, entre lo racional y el instinto, el asesino, es decir, el hombre, es, según Kubrick, un lobo para el hombre. La galería es fascinante, y va de Rapallo (El beso del asesino) a Gomer Pyle (Full metal jacket). De quien blande el hueso o el hacha, a la fría inteligencia de la máquina HAL 9000.
ODISEAS
Con frecuencia, los personajes kubrickianos enfrentan odiseas, viajes, trayectos, itinerarios, travesías, jornadas físicas convertidas en periplos al interior que, si no son retornos al punto de partida, o descensos al fracaso, o caminos hacia la lucidez, pueden significar pasajes a estadios superiores, como la travesía final de Bowman en 2001 Odisea del espacio. Y es que se está en la condena del laberinto, del círculo.
MAZMORRAS
O mundos cerrados, reflejos de mentes, de relaciones entre los personajes. Son también celdas que implican soledades: la del mundo, en Barry Lyndon; la de la familia, en El resplandor.
LABERINTOS
Solos o en grupo, abandonados o en pareja, adentro o en exteriores, en itinerarios o encerrados en mazmorras, de The killing a Ojos bien cerrados, sin olvidar a El resplandor, los personajes kubrickianos se desplazan como si estuvieran en laberintos. Según se sabe, en los laberintos se juega el conflicto de la vida y la muerte. También en los círculos.
CÍRCULOS
Los círculos implican la eternidad, o el eterno retorno. Los periplos de Alex en Naranja mecánica, de Jack en El resplandor y de Bowman en 2001 Odisea del espacio, son infinitos, llevan al punto de inicio. Cada relato en Kubrick comparte un gusto simétrico por los círculos, es decir, por una estructura. Como se sabe, las estructuras evitan el derrumbe, mantienen un orden; una travesía, como el reiterado refrán escrito por Jack en El resplandor, ocurre entre el orden y el caos, y, pese al derrumbe, es inevitable la vuelta al orden.
CUENTOS
Cuentos de hadas. Inconcebibles en la lógica realista, las intrigas de Naranja mecánica, El resplandor y Ojos bien cerrados contienen elementos del cuento de hadas, pero malignamente invertidos. Alusiones a El mago de Oz, Barba Azul, Peter Pan o Pulgarcito conviven con la perversidad de relatos que enfrentan a sus personajes a múltiples tentaciones fantásticas. Además, en los cuentos de hadas suele haber máscaras y disfraces.
MÁSCARAS
Máscaras y disfraces. O rostros. Matizados por la ira, el dolor, el miedo, la angustia o el gozo, los rostros kubrickianos hacen aflorar una máscara en cada personaje. Igual, al confrontar realidad y apariencias, la representación (el juego, la intriga) se manifiesta bajo la forma de disfraces, maquillajes, pelucas y máscaras. La máscara oculta, esconde, arreboza, pero también descubre. Simulacros ligados al teatro-espectáculo y al doble artificial, como una expresión del gozo primigenio, del júbilo ante el sexo, el crimen o la violencia.
JUEGOS
Las máscaras, como la representación (el teatro, el cine), derivan del ámbito del juego. En Kubrick, el juego implica relaciones de fuerza, disposición de piezas o de lances, de movimientos, de estrategias. El juego se mezcla dentro de la trama (boxeo en El beso del asesino, ajedrez en Lolita o 2001 Odisea del espacio, cartas en Barry Lyndon…), o bien en las relaciones de los personajes: entre Jack y su hijo Danny (El resplandor), entre Bowman y HAL 9000 (2001 Odisea del espacio), o entre Dax y Mireau (Paths of glory); o es la trama misma: de Fear and desire a Ojos bien cerrados, es el juego contra el tiempo, contra la muerte.
MÚSICAS
En el cine de Kubrick, la música es indisociable de la imagen, la impregna y establece con ella una relación dialéctica y emocional. Es además, comentario irónico. Música clásica, canciones populares. Paráfrasis de mundos avistados. Subrayados de nuestra soledad: el adagio del Gayaneh de Khachaturian que acompaña el trote del astronauta Poole en 2001 Odisea del espacio, o el Vals de Shostakovich comparsa del desnudo de Alice en Ojos bien cerrados. Tanteos de estatura cósmica.
ESCENARIOS
Escenario 1: el siglo 18. En la oposición de pasión-razón, los escenarios del siglo 18 suelen relacionarse con la violencia y muerte: Quilty muere acribillado detrás de una pintura de Gainsborough en Lolita, Bowman fallece en una habitación dieciochesca al final de 2001 Odisea del espacio, los militares de Paths of glory son condenados a muerte en un castillo, el mundo de Barry Lyndon, que ocurre en ese siglo, se percibe como el actual, agónico, en mazmorra… Escenario 2: cuartos de baño. En Dr. Insólito, 2001 Odisea del espacio, Naranja mecánica, Barry Lyndon, El resplandor, Cara de guerra y Ojos bien cerrados hay cuartos de baño y en ellos se marcan pactos, se establecen encuentros, acciones cruciales.
HEREDEROS
De una obra alimentada por su propia cantera, autárquica, afín en ocasiones a los universos de Orson Welles y Max Ophüls; transgresora, renovadora, de los géneros clásicos del cine estadunidense; que parte de mundos literarios para proponer caminos alternos, se trate de Jim Thompson, Arthur Schnitzler, Nabokov, Burgess, Stephen King, William Thackeray o Gustav Hasford, ¿cabría reconocerle a Stanley Kubrick herederos legítimos en, por ejemplo, el cine de los hermanos Coen, Scorsese, Ridley Scott, Terry Gilliam o en el Lindsay Anderson de O Lucky man!?
OJOS
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