«Horas demasiado lentas, días demasiado rápidos.»
escritor, periodista y dramaturgo portugués
Se trata de una cita realmente breve y concreta extraída del libro que ando leyendo. Me estoy afiliando demasiado quizás a las citas poco enriquecedoras, científicamente hablando claro… pero no es excusa para despreciarlas. Tal es la brevedad y sencillez de ésta que bien podría haber sido enunciada por cualquier mortal, por una economista, por un futbolista, un mecánico, un arquitecto, una bailarina, un funcionario, una ama de casa e incluso [me vais a dar por loco] hasta por un premio Nobel de Literatura portugués. En este caso, por puro azar, nos encontramos en el caso de este desaparecido genio de la literatura casi contemporánea, José Saramago.
Y digo «casi contemporánea» de manera intencionada, no sé muy bien qué puede significar oficialmente, pero así me detengo a explicarme. Jose, con acento imaginario en la «o» como en mi imaginación siento que le gustaba que me refiriera a él, mantuvo una actitud siempre adelantada a su tiempo y a sus colegas de profesión, tanto en sus escritos, como en sus novelas, como en sus conferencias o participaciones en coloquios y jurados. Un hombre dispuesto siempre a engancharte a cada párrafo que hacía suyo y personal cargándolo de ironía y sarcasmo. La vida es para tomarla con humor, para entenderla… saber lo que ocurre a nuestro alrededor… quienes nos gobiernan, cómo lo hacen y construirse una opinión… pero siempre con humor. Desde una postura relajada y crítica a la vez… era capaz de poner en cuestión cualquier dogma preconcebido, darle vueltas y no suponer una amenaza para nadie. No soy un lector empedernido, ni mucho menos, por eso pongo mucho en valor el hecho de que sus textos me absorvan con tanta facilidad. Ahora me encuentro leyendo «Cuadernos de Lanzarote», una extensa recopilación de textos que escribió entre 1991 y 1993 de manera muy casera a petición de unos familiares. «En esta libreta… escribe cositas Jose, que seguro que el día de mañana entretienen a un tal Fran y a muchos otros», algo así debió ser. Lanzarote… un sitio especial para mi después de mi experiencia en La Geria, así que lo estoy gozando por partida doble. Mi próximo acercamiento después de Ensayo sobre la ceguera, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez y este Cuadernos de Lanzarote, será El último cuaderno. Siento la extensión y la demora de mi cita. Saludos enSARAMAGADOS.
Bella frase, sencilla, real, y el tiempo va volando. Un fuerte abrazo
SOLO DE INTERÉS!
Otro abrazo para ti y muchas gracias! Que el tiempo vuele tampoco es tan mala señal al fin y al cabo ^^ Suerte