«Un exterior rotundo y un interior emblemático», es la presentación de esta casa en boca del propio autor. Eduardo Arroyo propone con esta casa tan dispersa, la más sincera convivencia con el entorno en el que se encuentra [San Lorenzo del Escorial – Madrid]. El programa de toda la vivienda se desliza entre los árboles existentes generando una geometría quebrada y plana que también se adapta a la diferencia de cotas que presenta el embaucador enclave. Pocas intervenciones lograrán lo que ésta, lamentablemente.