La Sala Berlanga acoge, de nuevo, el ciclo Nuevos Territorios, en esta ocasión con Nuevas mujeres del flamenco programado por Naike Ponce, durante los días 10 y 11 de mayo. Dos días con cuatro nombres, y Antonia Jiménez, guitarrista, estará actuando el día 10. En esta entrevista nos habla de su música y del ciclo que se crea de la mano de la Fundación SGAE.
¿Qué nace antes tu pasión por el flamenco o por la guitarra?
Yo me enamoré de la guitarra cuando era muy pequeña, aun cuando en mi casa no había ninguna, ya sabía lo que quería y se la pedí a mis padres. Fue después cuando me di cuenta de que lo que yo quería era tocar la guitarra flamenca y empezó a crecer mi pasión por el flamenco, pero el cauce fue la guitarra. En mi casa ni siquiera se escuchaba música, se tomaba como algo muy secundario, totalmente prescindible.
¿Qué significa en tu vida la música?
Podría parecer un tópico, pero realmente me cuesta no contestar a esta pregunta diciendo —la música lo es todo para mí—. Está presente en los campos más importantes de mi vida, me nutro de ella cuando quiero disfrutar del arte, me permite realizar crecimiento artístico-profesional y desarrollo creativo, y es el canal con el que conecto conmigo y me comunico con el resto. Es a la vez un misterio, algo inalcanzable, que despierta en mí la necesidad de estudiar, de explorar y de conocer.
La composición es una parte fundamental en tu carrera artística, y lo has hecho para diversas artes. ¿En cuál desarrollas mejor la faceta de compositora?
La composición es uno de los pilares esenciales de la guitarra flamenca —del flamenco en general—, que te permite, y de alguna manera te exige, crear un lenguaje personal, una vía de expresión auténtica, genuina. Yo he trabajado mucho para la danza, que necesita nutrirse mucho de la música, y de hecho, la mayoría de composiciones que tengo han sido creadas en un principio para la danza y adaptadas después como pieza de guitarra.
Ahora vas a estar en el ciclo de Jóvenes mujeres del flamenco, Nuevos Territorios, ¿qué te evoca este título del ciclo, y que hay entre tu música y el nombre?
Ante todo me siento muy agradecida de estar en el festival y compartir cartel con mujeres a las que admiro tanto. Aunque me temo que no soy joven nunca más, me identifico con el título porque evoca exploración y búsqueda, y en definitiva esa es la línea que busco en las composiciones que hago, aunque procuro guardar en mis piezas el carácter formal de los toques, siempre le doy mucha importancia a la apreciación personal y al lenguaje propio, es algo que siempre tengo presente.
¿Qué significa para ti este tipo de ciclos?
Para mí es una oportunidad para dar a conocer mi música y acercar un poco más mis creaciones al público.
¿Qué importancia crees que tienen este tipo de ciclos para el flamenco?
Este tipo de ciclos son fundamentales para mostrar e impulsar los procesos creativos de nuevos artistas y a la vez pienso que es como un retroalimento, como un acercamiento al público que se interesa cada vez más por la música flamenca.
¿En qué estado de salud crees que está en estos momentos el flamenco?
Creo que el flamenco goza de muy buena salud como siempre. Tiene esa cualidad, que es una música de la tierra, que tiene su propia manera de trasmisión y así refleja lo que se vive en la sociedad, a veces se tiene la sensación de que el flamenco cambia, pero igual que cambia la sociedad. Al final todo se mueve.
El día 10 en la Sala Berlanga estarás con Recital. ¿Qué nos vamos a encontrar en este trabajo tuyo?
El día 10 voy a mostrar una parte de mi música que es a la que le tengo más cariño. Algunos temas son más antiguos, otros actualizados y otros también son nuevas creaciones, pero tienen en común que son mis temas favoritos y con los que más cómoda me encuentro tocando. En definitiva, para disfrutarlo y espero que para hacer disfrutar también.
Estarás en Kike Turrón a la percusión, ¿cómo entra a formar parte de Recital?
A Kike Terrón lo conocí a principios de los 2000, y desde entonces no hemos perdido contacto. Es un músico inmensamente creativo, con una sensibilidad y un gusto exquisito, me parece un lujo y una suerte poder contar con él.
¿Cómo es tu forma de componer?
Depende, no suelo seguir una línea de trabajo. A veces descubro patrones rítmicos o armónicos interesantes que me inspiran a seguir una lógica rítmico/melódica y a veces es más intuitivo, me dejo llevar por la fluidez que me permita la técnica o incluso por el estado de ánimo.
¿Desde qué emoción o sentimiento se compone mejor?
Desde mi punto de vista he descubierto que el mejor estado para componer está en la sensación interior de estar abierta a la creatividad. Buscar la conexión contigo y sumergirte y buscar, es como una meditación. Al final da igual el tipo de emoción, si no la sensación de estar aislada del mundo que hasta alguna vez se me olvidó comer.