En los amaneceres de nuestra metrópolis contamos hoy con la visita de Beto Monte Ros, que nació en Monción, un pueblito en las montañas de la línea noroeste de la República Dominicana un 13 de enero de 1958.
Su formación académica es en contabilidad, finanzas y programación. Desde que estaba en la escuela superior escribe pequeñas historias que entonces compartían espacio con los apuntes de matemáticas, ciencias y las otras materias.
Beto Monte quiere aclarar que no se considera escritor: ese es un oficio muy serio. Nos dice que simplemente llegan a su imaginación ideas que, con mucho atrevimiento y para que no se le olviden, pone en una libreta u ordenador e intenta después convertir en relatos. Durante mucho tiempo tuvo en pausa su deseo de escribir hasta que en 2010, navegando por internet, se topó con algo muy parecido en extensión a lo que él escribía y supo que a ese «algo» lo llamaban microrrelato. Con mucho pudor empezó a dejar en la red sus pequeñas historias, y algunas de ellas llegaron a ser finalistas o ganadoras de diversos concursos.
Ha participado en el Taller literario Narradores de Santo Domingo y sus microrrelatos han sido incluidos en antologías digitales, así como en algunas impresas en papel publicadas por los blogs donde ha dejado sus textos, aunque desafortunadamente muchas de estas páginas ―tales como Triple C, Cincuenta Palabras, o Cuentos y más ―ya no están activas. En la actualidad participa habitualmente en la web-concurso Esta Noche Te Cuento (ENTC).
Estos son los textos que Beto Monte ha querido compartir con los lectores de la revista:
EL LOCO
Por el barrio se pasea un hombre con una caja en la cabeza. Se detiene en las esquinas, rebusca dentro de su carga y gira sobre sí mismo: a la derecha, luego a la izquierda, entonces sonríe. Repite esos movimientos en una rutina infinita, siempre ríe. Para algunos es gracioso pero incomoda a la mayoría y consideran que deberían encerrarlo, por su bien y por la estética de la ciudad. Yo digo que hay que dejarlo tranquilo, es cuestión de esperar. Desaparecerá cuando, entre sus pertenencias, no encuentre más sonrisas.
…JAMÁS SERÁ VENCIDO
En el país de Nunca Jamás hay desnutrición y los niños no crecen. El pueblo se manifiesta en las calles, tañendo campanitas y portando garfios, dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias. Amenaza con declarar una huelga si no atienden su reclamo: pide que Peter deje de monopolizar el pan.
LA PÓCIMA
La última cirugía no había aportado los resultados deseados y se sumía en un estado de depresión cada vez que se miraba en el espejo. Su obsesión por la belleza y juventud la llevó a consultar a una hechicera, quien le reveló que su cuerpo necesitaba absorber un alma pura. Le dio lo que parecía un pedazo de piel humana, seca, con la instrucción de envolver con ella el primer brote de la rosa del jardín y un trozo de la corteza del árbol donde duermen las gallinas. Tenía que conseguir una rata negra y cocerlo todo en agua del rocío mañanero. Luego que hubiera hervido, debía darle de beber la sopa a uno de los niños, hambrientos, del pueblo.
ASTUCIA
El lobo espía a la chica que camina por el bosque. Contrario a su preferencia, la sigue a plena luz del día, en silencio, para no delatar su presencia. Sopesa sus posibilidades, olfatea en busca de un punto débil e intuye que todavía no es su oportunidad. Con paciencia espera la noche de luna llena y bajo la ventana, transformado en hombre, le recita un poema, la devora.