CC Casa de Vacas de Madrid acogerá este año uno de los conciertos de la VI edición de FeminaJazz, concretamente la de Alana Sinkëy, que tendrá lugar el 26 de octubre.
Nació en Guinea Bissau y desde la infancia convivió con la música. En estos momentos Alana Sinkëy es una de las voces más solicitadas, y se encuentra en un momento álgido al centrarse en su carrera individual. Estilos como el jazz, flamenco, funk y neo-soul han estado en su carrera musical y hacen de ella una artista completa y capaz de enfrentarse a una gran diversas de sonoridades.
¿Cómo nace tu pasión por la música y en especial por el jazz?
Mi pasión por la música me viene involuntariamente, mediante mi percepción personal de todos los mayores que hay en el ritmo y en el sonido. De hecho, mi manera de expresarme musicalmente engloba varios estilos musicales que he buscado y a los que he estado expuesta también en mi infancia, de forma ecléctica. Incluso el jazz, que para mí siempre ha representado la elegancia e intelectualidad.
¿Qué significa para Alana Sinkëy la música?
La música es el lugar más vulnerable de mi ser. Al cual no puedo poner filtros ni tapujos, es salvaje, honesta y llena de belleza.
Llegaste a España muy joven y es dónde comenzaste a desarrollar tu carrera musical, ¿Qué te impulso a hacerlo y que significa España para ti musicalmente?
Llegué a España, con 15 años, una mochila, mi primera guitarra y muchos sueños. La mochila con todas mis pertenencias me la robaron al mes. Solo quedó mi guitarra, me busqué mucho la vida y he sido muy cabezota con dedicarme a expresarme mediante la canción. Tenía referencias de la carrera que construyó mi padre en España, viví su mundo y las giras cuando estaba de vacaciones y no dudé en pensar en Madrid cuando me fui de casa. Es una ciudad que siempre amé y por más que conozco del resto del mundo, sigo amando.
Vienes de la formación CosmoSoul, ¿Qué te marca para lanzarte en solitario?
Lanzarme a este proyecto en solitario es bastante imponente, después de 13 años de carrera con CosmoSoul y 3 álbumes publicados. Esta vez aparte de componer, dirijo, produzco y tomo todas las decisiones, lo cual impone mucho. Hay muchas cosas que tenía guardadas y quería decir, que eran solo mías y esta es mi oportunidad de hacerlo.
¿Qué te parece este tipo de iniciativas y festivales?
Me parece una oportunidad muy bonita de mostrar mi proyecto por primera vez en Madrid, y presentar mis canciones, las cuales hablan de vicisitudes de mi vida como la maternidad, la paciencia, mis raíces.
¿Qué importancia crees que tiene FeminaJazz dentro del panorama musical en estos momentos, para las mujeres y para el jazz?
Pues el hecho de que la figura femenina esté siendo parte de gremios y espacios donde antes abundaban más los hombres, aporta una energía diferente a esos espacios. No sé explicarlo bien, pero el simple hecho de que en mi banda la mitad seamos mujeres genera un equilibrio bonito que ellos también sienten. Siempre fuimos necesarias.
¿Es difícil como mujer hacerse un hueco en la música o más en el jazz concretamente?
Siempre hemos tenido un hueco importante en la música, quizás el valor externo se haya recalibrado ahora que se nos empieza a escuchar más en muchos aspectos sociales. Ahora se nos escucha mejor.
¿Qué nos vamos a encontrar tu concierto para FeminaJazz en el C.C. Casa de Vacas?
Os vais a encontrar con una entrega muy íntima y vulnerable de este primer trabajo mío en solitario, con mis composiciones interpretadas por un cuarteto, guitarra, piano, percusión y mi voz.
¿Nos podrías contar quién estará contigo en el concierto de FeminaJazz, y cómo llega cada uno de ellos a formar parte de la formación?
Meritxell Neddermann es una pianista y cantante que compartió conmigo casi 3 años de gira junto a Jorge Drexler y esa unión resultó en su participación en mi proyecto tanto como interprete como coproductora. Tenemos una conexión muy especial, me hace ilusión que sea parte de mi proyecto.
Dan Ben Lior es un guitarrista con una forma de tocar muy especial, que va navegando entre el jazz, el flamenco y las músicas del mundo y es el aliado perfecto para los matices de mis canciones.
Shayan Fathi tiene una visión muy clara tanto del folclore como del jazz y la música moderna y hace que los elementos se emulsionen fenomenal.
Ahora en tu carrera profesional estás uniendo el jazz con el flamenco y sonidos africanos, ¿cómo tomas la decisión de dar un cambio en tu musicalidad?
En realidad no hay tanto cambio, solo decidí profundizar en influencias que quizás antes rozaba más superficialmente. Mi padre ya fusionaba la música africana con el flamenco, y yo exploré mis influencias más modernas con el neo soul, pero ya cantaba en criollo y portugués e inevitablemente ha habido matices de jazz en mi manera de cantar.
Te encuentras en la actualidad con tu trabajo en solitario y autoproducido, ¿en qué momento estás?
Es difícil para mí entender en qué parte estoy porque todo es nuevo para mí y varias cosas se van dando en paralelo.
Sigo trabajando y dedicando mucho amor a cada canción, y formando un equipo para sacarlo al mundo como se merece.
¿Qué barreras o dificultades te has encontrado para sacar adelante tu carrera musical?
Todas. Hahaha construir un proyecto de 0 requiere mucha fe y dedicación. Pero también capacidad de invertir tiempo y dinero que no sabes cuándo, de que forma o si volverá. Es todo un sacrificio por exponer una obra de arte. Los artistas lo saben y nadie dijo que sería fácil.
¿Cómo es tu forma de componer?
Me sigo conociendo como compositora y sigo sin saber cuál es mi forma. Lo que puedo decir es que nace de un impulso y más me vale montarme en la ola porque viene y se va.
¿Desde qué emoción o sentimiento se compone mejor, desde la tristeza o desde la alegría?
Me encantaría escribir más sobre mis subidones, pero parece que en esos momentos no hay esa necesidad; sin embargo, en cuanto tengo un bajón vómito, las palabras y el sonido me acompañan.
¿Qué influencias musicales tienes?
Mis influencias musicales son muy variadas, pero podría hacer un top 5: Björk, Djavan, Bob Marley, Radiohead, Luis Alberto Spinetta. 🤍