«Do you ever get the feeling that people are incapable of not caring?» Clama Charlie (Brendan Fraser), en la desgarradora The Whale. «People are amazing!» Culmina su frase.
Nada más lejos de la realidad la película del año, por muchas razones, viene a decirnos que la gente es incapaz de no cuidar. Pero, ¿son realmente las personas incapaces de no cuidar? La humanidad es el ejemplo viviente de que querer no es una forma de cuidar, sino de someter. Nadie te cuida gratis. Estamos sometidos a los deseos de otro.
Querer no significa cuidar. La gente es increíble por motivos egoístas, pero la gente no te cuida, no siempre lo hace. La forma de cuidar es una construcción, primero cultural, y después, individual. Pero si en algo estamos de acuerdo con Charlie, es que la gente es increíble. La gente hace cosas increíbles porque a veces no te cuida. La destrucción es la forma de crear que mejor conocemos.
¿A cuántas personas tuvo que dejar de cuidar Charlie para poder querer? ¿Es culpable de elegirse a sí mismo? A veces esta es la única forma de vivir un momento de plenitud. No somos almas caritativas, no salvamos personas, porque como le recuerda su amiga Liz: «anyone can save anyone». Solo cuidando ofrecemos un camino de redención para los demás, pero sobre todo, para nosotros mismos.
No hay visión buenista de la vida, no siempre somos buenos, no siempre somos positivos, pero debemos aprender a amar a las personas libres. Libres de elegirse a sí mismos de vez en cuando. A veces esa es la forma más sana de cuidar.
«When I choose to see the good side of things, I’m not being naive. It is strategic and necessary. It’s how I’ve learned to survive through everything», dice Waymond Wang (Ke Huy Quan) en la multi premiada Everything Everywhere All at Once .
The Whale y Everything Everywhere All at Once tienen dos cosas en común, que ambas, drama y comedia, nos brindan una obra cruda y magistral, en forma y contenido. Y por eso son, sin duda, las películas del año. Algo que demuestra la mejor escena y más estúpida jamás creada a continuación.
Este año no te pierdas además Women Talking, premio a la directora y guionista Sarah Polley por el mejor guion adaptado, Aftersun, gran debut de la directora y guionista Charlotte Wells con un sobrecogedor Paul Mescal, y The Banshees of Inisherin, del dúo genial Colin Farrel y Martin McDonagh, sobre la necesaria estupidez de hacer algo trascendente en la vida.
Este año la hostia que nos dejan los Oscars es la del peso mórbido de la realidad. Imbatible como una ballena, estúpida como nuestra humanidad: a veces querer no es suficiente para cuidar. Somos pequeños y estúpidos, pero tan increíbles que duele encontrar tanta belleza en ello.