Por sorprendente que pueda parecernos, cerca del 70% de la población mundial no accede a Internet, según datos de Internet World Stats. Aplicando dichos porcentajes, tenemos que 4500 millones de personas de entre los 7000 que somos en el planeta no navega. Esperable, y se confirma, es que la región que registra la menor penetración de Internet es África, pese a ser la región en la que más ha crecido en los últimos 13 años. ¿Culpables de ésto último? Los smartphones.
Resulta que «6 de cada 10 móviles que se venden en el mundo ya son smartphones. En el tercer trimestre del año, se comercializaron 251 millones de unidades frente a los 172,8 millones de hace un año, un 45 por ciento más, según Strategy Analytics. Samsung es el líder en ventas, con el 35 por ciento del total (88,4 millones de unidades), con un crecimiento del 55 por ciento respecto del mismo período de hace un año. El crecimiento de Apple fue de un 26 por ciento; de los 26,9 millones de unidades a los 33,8 millones, creció la mitad que el sector y su cuota de mercado cayó de 16 a 13 por ciento. La china Huawei ya es la tercera, con una subida anual del 67 por ciento, al vender 12,7 millones de unidades en el trimestre. El cuarto lugar es para LG, con 4,8 por ciento de cuota, pero con el mayor crecimiento de todos: un 71 por ciento al colocar 12 millones de móviles.»
Tras leer el párrafo anterior, es posible que te preguntes qué relación tiene con la pregunta final del primer párrafo. Pues bien, tiene mucho que ver. La evolución de las ventas de smartphones también ha tenido su repercusión en la penetración de Internet en el continente africano. Los datos «cantan», según el Banco Mundial, entre 2000 y 2012, el numero de abonados a la telefonía móvil en África ha pasado de 137 millones a casi 350 millones, más que Europa o Estados Unidos. Thierry Gauthé ha elaborado una infografía que refleja la cantidad, en mayor o menor medida, de los nuevos abonos a telefonía móvil en África, y su efecto en el mapa. A más usuarios nuevos de telefonía, mayor distorsión física en el mapa, presentando un tamaño superior al que reflejan los mapas tradicionales, y viceversa.
Que África sea el continente con menor tasa de penetración pero con una gran población, unido al reciente ascenso de los smartphones, trae consigo el interés de inversores extranjeros en busca de una buena tajada. Las posibilidades potenciales son superiores a cualquier otra región, demasiados por entrar por primera vez en la era de Internet. Esta circunstancia, la atracción de inversores extranjeros especializados en nuevas tecnologías puede ayudar a impulsar la economía africana.
Aunque no necesariamente ha de ser así. Los países europeos mediterráneos son en los que más Internet móvil se usa vía smartphones y ello, no está suponiendo una mejor posición frente a la crisis. África necesita, según Philippe Egger, Director de la Oficina de Programación y Gestión de la OIT, dar prioridad a la agricultura, convertirla en el objetivo principal del continente. Otros nos recuerdan que, pese a cualquier evolución, África sigue siendo un continente en el que predominan desnutridos, conflictos interminables y gobiernos desastrosos.
Varios países de la región están creciendo a tasas similares a las de países del Sudeste asiático pero, al contrario que éstos, no vienen acompañadas de transformaciones necesarias para potenciar el dinamismo productivo del que adolece la economía de la región. Algunos sostienen que dicho crecimiento y evolución, es debido en gran parte por la inversión extranjera en forma de ayuda, y la utilización de la misma desde el ámbito público. Se echa en falta una estructura productiva, y la conclusión es que África necesita de un cambio estructural relevante para que las tasas de crecimiento elevadas se traduzcan en transformaciones notables beneficiosas para la sociedad. ¿Vendrán de la mano de Internet y los smartphones? ¿Empezará dicho impulso en las ciudades africanas importantes?