La sabiduría ancestral femenina nos habita aunque a veces es complejo definir qué implica esta sabiduría pues tiene que ver con despertar nuestros dones y habilidades más intuitivas, aspecto que apenas se valora en la sociedad patriarcal en la que vivimos.
Podríamos decir que la sabiduría ancestral femenina contiene aquellos saberes, conocimientos y prácticas que las mujeres han ido guardando, practicando y transmitiendo de manera oral a lo largo de la historia.
En este momento que vivimos hay también un despertar para la sanación del inconsciente colectivo femenino del que también formamos parte. Este inconsciente colectivo tiene que ver con la memoria de las mujeres a lo largo del tiempo y dicho inconsciente también guarda heridas que nos atraviesan al haber nacido en un cuerpo etiquetado como femenino.
Pero, ¿Qué es lo femenino? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de feminidad?
En primer lugar, considero que tendríamos que diferenciar qué es lo femenino a nivel sociocultural y cuya definición está cargada de roles, estereotipos y mandatos de género y por otro lado hablar de lo femenino a nivel energético y desde una dimensión más amplia.
Al escuchar la palabra femenino en el mundo en el que vivimos podríamos asociarlo a debilidad, sumisión, cursi, aburrimiento, al color rosa… y a todos los mandatos de género que el sistema patriarcal ha ido asociando a la feminidad.
Esta asociación tiene que ver con la transmisión que el sistema patriarcal ha ido construyendo hasta dar lugar a estas creencias para seguir los estereotipos de género asociados a las mujeres y que van determinando nuestra manera de pensar, sentir y comportarnos.
Podríamos decir que el traje que nos colocan al saber si somos niño o niña incluso antes de nacer es el género y este traje se confecciona en base a las creencias, aprendizajes y roles que el sistema social y cultural en el que vivimos va dictando.
Ahora es el momento de recordar el otro concepto de lo femenino yendo más allá de esta socialización y recuperando una memoria antigua que tiene que ver con irnos muchos años atrás, en las sociedades en las que no existía el patriarcado y realmente sí había un culto a lo femenino como sagrado.
Es desde esta toma de conciencia de lo sagrado femenino desde donde iremos trazando el camino del despertar de la sabiduría ancestral femenina que cada una llevamos en nuestro interior.
En este sentido, lo sagrado femenino también es fuerza, energía creativa, determinación, sabiduría, conexión con lo sutil, ser capaces de ver en la oscuridad, intuición… y al sistema en el que vivimos no le interesa que las mujeres nos conectemos con esta fuerza que no es nada más ni nada menos que el despertar de nuestra propia fuerza interna.
Bajo el lema Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar comenzamos un camino de conectar con nuestra voz más profunda y sabia y elevar nuestra verdad, aquella que grita libertad.