La directora Icíar Bollaín se vuelve a poner detrás de la cámara con un biopic de bailarín Carlos Acosta, realizando un recorrido sobre su trayectoria y sus orígenes, ahondando en lo personal y en lo emocional, desde su dura infancia hasta su madurez, donde el propio bailarín contará su vida por medio de su interpretación en la película. Una historia de luchas enfrentadas entre reconocer que el pasado fue lo que fue, pero dio paso a los frutos del presente.
En Yuli hay que destacar el sonido, fotografía y el guion buscando entre personas la cruda realidad de la ciudad, en esa media etapa del metraje la intensidad de las conversaciones, la fuerza y garra de la coreografía, y la performance en la que que el personaje recrea su vida.
Llega el momento álgido de la cinta en esa parte donde realmente se da cuenta en la niñez que le gusta el ballet, en esa secuencia dónde el protagonista deja fluir su cuerpo bajo la lluvia y por primera vez se ve bailando lo que su padre tanto ha deseado. Una secuencia que nos puede recordar a muchos clásicos y que lleva implícito el cambio del personaje en la cinta.
Es un gusto como Paul Laverty retrata en su guion a todos los personajes con sus luces y sus sombras, donde nadie es tan bueno ni tan malo como se pueda creer o aparentar. Busca en todo momento el arraigo familiar y cultural, la necesidad de mejorar aunque a veces no sea de la forma correcta.
Un guion que dibuja a conciencia la palabra talento y arte por medio de los miedos del propio bailarín que lucha por conseguir un sueño pero al mismo tiempo continuar siendo la persona de a pie en su propio país.
Icíar Bollaín nos muestra una Habana que podemos reconocer de otras películas, pero en parte con una luz mucho más blanca buscando la positividad de la misma reflejada en cada personaje, aunque cuando es necesario bajar la luz por la intensidad de lo ocurrido se hace y se potencia con la música y sonido ambiente. Un gran trabajo de equipo y coordinación para remarcar la parte más importante en cada momento.
Muchas veces hemos vivido en el cine la historia de ese niño que tiene que ser lo que realmente hubiera querido ser su padre. Aquí en Yuli es el punto de partida, pero el gran logro es ver ese avance de obligación a pasión, y la lucha interna del personaje principal, de su vida, de sus anhelos y sus sueños personales y profesionales.
La cinta de Icíar Bollaín está en la terna de los nominados a los Premios Goya en cinco categorías: Mejor actor revelación (Carlos Acosta) guion adaptado (Paul Laverty ), música original (Alberto Iglesias), fotografía (Alex Catalán) y sonido (Eva Valiño, Pelayo Gutiérrez, Alberto Ovejero), dura competencia en todas las secciones.
Ficha técnica |
Título: Yuli Año: 2018. Duración: 109 min. País: España. Dirección: Icíar Bollaín Guión: Paul Laverty. Dirección de fotografía: Alex Catalán Música: Alberto Iglesias Reparto:. Carlos Acosta, Keyvin Martínez, Santiago Alfonso, Edilson Manuel Olbera, Laura de la Uz y Yerlin Pérez Productora: Coproducción España-Reino Unido-Cuba-Alemania-Francia; Morena Films / Potboiler Productions / Galápagos Media / Hijo de Ogún / Producciones de la 5ta Avenida / Match Factory Productions / Movistar+ / ICAIC / ICAA / Eurimages |