«¿Cuánto pesa su edificio, señor Foster?«
diseñador, ingeniero, visionario e inventor estadounidense
Este eslabón se personifica en Richard Buckminster Fuller. Bajo mi aprendizaje, uno de los ingenieros más imaginativos y funcionales que han pasado por mis horas de lectura o escucha. Fuller, como se habla de él de manera familiar, atrapó en su trabajo nuevas formas de concebir las estructuras. Fuller tenía un especial interés en defender los derechos medioambientales. La sostenibilidad y la supervivencia humana en este planeta castigado por nosotros mismos, fundamentaban sus pensamientos. Esta faceta quizás menos conocida, justifica notablemente los resultados proyectuales a los que llegó. Sus estructuras dialogan claramente con un «hacer más con menos», son ligeras, mínimas, buscan la espacialidad casi gratuita y, de regalo, ofrecen un equilibrio formal casi hechizante.
Dice la historia que un día dado, el por aquel entonces joven arquitecto Norman Foster fue sorprendido por el visionario Buckminster Fuller con esta cita de hoy. Imagínense lo humana de la escena. El joven e inquieto Foster no supo responderle en aquel momento, pero al día siguiente tenía la respuesta. La mayor parte del peso de su edificio procedían de la cimentación. Desde entonces Foster lo ha tenido claro, algo debía cambiar. Hasta entonces se había dado la interesante carrera de un arquitecto emergente, desde entonces, hemos disfrutado de la brillante carrera de uno de los arquitectos más importantes de la historia.
¿Pero sabía señorito Fran que la de frase de nuestro amigo Buckminster Fuller era la que le hacian siempre a él? Osea k en el fondo fue poco original el xaval…
Ale, una cosa nueva 😀
¿Siempre se la hacían a él entonces? ¡La verdad es que no me extraña nada! Pero no lo sabía, buena aportación! Es interesante… porque significa que Fuller se tenía bien aprendida la lección 🙂