Chavela es un documental valiente, con garra y sin tapujos, basado en declaraciones de la propia Chavela Vargas en una entrevista suya y que se contrasta con las personas que la conocieron, quienes vivieron sus luces y sus sombras. Las directoras Catherine Gund y Daresha Kyi abren la puerta del corazón de la cantante a los espectadores, mostrando la persona mucho más allá de las letras rancheras que ella interpretaba.
La película desprende verdad, ya que se habla abiertamente de su vida, sin esconder nada. Un personaje que parece tan conocido y finalmente uno descubre que es una incógnita, viendo que su bagaje no es tal y como se ha hecho creer del todo al público, posiblemente porque casi siempre nos quedamos con el personaje y no con la persona cuando de un artista hablamos. El gran potencial que posee Chavela es el ir de menos a más, de mostrar su vida en la progresión cronológica perfecta para ver su evolución, los cambios y los avatares que le dieron la vida pero que también perjudicaron la misma.
Chavela no deja de ser un canto a la libertad de expresión en todos los aspectos, la reivindicación de la lucha humana en cada momento, de enfrentarse a lo que sea necesario por unas ideas e ideales y por una pasión. La cantante que siempre cantaba canciones compuestas por hombres, hablando del dolor del amor por no ser correspondidos, hizo propias esas letras y las trasmitía y contaba como si de ella misma fuese. Ahora después de desvelarse, más de su círculo más allegado, todo lo que hizo que se forjase como una mujer luchadora y reivindicativa, se entiende mucho más el ímpetu que desprendía con su voz, con desgarro pero su toque de vulnerabilidad en su tono, que alzaba por los demás pero también por ella misma y todo lo que tenía escondido.
El montaje es sutil pero directo al personaje, a su evolución personal y profesional. Tiene un guion sólido, donde se solapan declaraciones con imágenes de archivo, dando veracidad a todo el contexto narrativa que se plasma.
Tiene varias vertientes, la positiva, el poso que ella dejo en la sociedad, cultura y amistades y el sufrimiento que tuvo escondido en su interior durante toda vida y que trasmitió en las canciones que contaban y que siendo escritas por otros hacía suyas, dándole en énfasis que su persona sufría en cada instante.
Chavela Vargas forjó su personalidad con las canciones que interpretaba pero también con una infancia complicada y de la que se habla en la película, y que marcó sobremanera su forma de ser y parte de sus valores, algunos que se perdieron por la falta de referencia materna. Y por ello también se incide en la personalidad de puertas para dentro, con sus relaciones personalidades, y lo difícil que fue su vida en todo momento. Las noches de alegrías por momentos se volvían en días de tormenta.
El montaje visual con el musical posee encanto y mucha vitalidad, fortaleza y rigor artístico. Muchos personajes anexos a Chavela Vargas, algunos conocidos y otros que a su sombra disfrutaron de lo bueno de la cantante y lo peor de su personalidad, que no era fácil de lidiar y compaginar con el día a día. Por esta parte, y por su integridad, es por lo que merece ver la película, Chavela, porque no solo nos muestra la grandeza de la cantante si no que también se vuelca en sus debilidades y su fondo y forma.
Ficha técnica
Ser el gran Houdini sin público
Ni trono, ni rey… pero sin acritud, claro está
