
De Albuquerque a Baltimore sólo se dan un par de zancadas. No existe distancia en la calidad televisiva proyectada, sé es tanto de Jimmy McNulty como de Walter White. Mas sin albergar duda alguna, obras maestras deudoras de French Connection, Scarface o Traffic.
Nadie se ha acercado tanto a retratar con tanta minuciosidad el mundo del narcotráfico y la corrupción como David Simon, creador de The Wire. Así como años después el prolífico Vince Gilligan tuvo el atrevimiento de enfrentarse a similar temática desde una visión dantesca e imaginativa, citamos su Breaking Bad.

Mientras que el show de HBO centró su atención en analizar los pormenores de una ciudad asediada por la discriminación y contaminación política, el programa presentado por AMC nos relató los lados extremos a los que está dispuesto a llegar el ser humano en beneficio propio. Nadie se libró de culpa ni de sicarios, en ambas series todos estuvieron en el punto de mira.
Cabe señalar que existen más diferencias que semejanzas, The Wire se preocupa en ser informativa y ataca directamente al sistema sin tapujos. Mientras que Breaking Bad se acoge cómodamente a un tono jocoso y burlesco, propio del cine de Tarantino o los Coen, más accesible para el público.
Como en su narratología, no hay mal que por bien no venga. En sendas los artistas que interpretaron a sus imperecederos personajes han quedado encasillados, aún no han brillado igual en el ámbito cinematográfico y se demora por tiempo indefinido una piel que deberían de haber mudado.
Bryan Cranston será siempre el químico Walter White y su álter ego Heisenberg (sin menospreciar su divertido papel en Malcolm in the Middle), al igual que Michael Kenneth Williams nos desvelará de por vida siendo el matón Omar Little. Y así ocurre, a día de hoy, con el resto de los inmensos intérpretes que poblaron estos mundos.

Universos enriquecidos gracias al fruto de los ingeniosos diálogos y situaciones perpetradas por ilustres guionistas, actualmente solicitados por los grandes estudios de Hollywood. Giros imprevisibles a la par que rocambolescos, aún con una mosca revoloteando detrás de una mierda o un par de cervezas a mitad de la noche (pasajes sencillos pero eficaces)
Sí, debe recalcarse, en cualquier parámetro que se precie el culto a The Wire / Breaking Bad siempre será justificado.
Se requieren varios visionados para exprimir todo su jugo y comprender que no todo es blanco o negro; ni en la ficción ni en la realidad expuesta ante el retrovisor de nuestros ojos. El mundo es salvaje, insistimos en aceptarlo como tal, pero la vida emana luz. Y sigue hacia delante…
«Pueden masticarte, pero tendrán que escupirte»
– McNulty
http://www.youtube.com/watch?v=1wZZu93VsNA