Desde el día 19 al 30 de junio será el ciclo Danza en la Villa que llega a su cuarta edición. En este 2024, el cartel lo componen 7 siete, un taller y una masterclass. Entre ellos estará Veredicta de Irene Morales, que tendrá lugar el próximo día 30 como colofón del certamen. La bailarina, directora y coreógrafa de Veredicta nos habla de su carrera profesional, para ponernos en contexto, y de la propia obra Veredicta:
Has vivido la música desde la infancia, pero te decantaste por el baile, ¿cómo fue esa elección?
Desde pequeña, el movimiento ha sido una parte esencial de mi vida. A través de la danza, encontré un medio para expresar emociones, historias y mi propia esencia de una manera única y poderosa. La danza me permite conectar con mi cuerpo y mente, encontrando un equilibrio que se traduce en una sensación de libertad y autenticidad.
Si nos tuvieras que contar qué significa para ti el flamenco y el baile, ¿cómo lo harías?
Para mí, el flamenco, con su fuerza y su verdad, es una manifestación de emociones que trascienden el tiempo y las fronteras, conectando generaciones a través de la música y el movimiento. El baile, en todas sus formas, es una manera de comunicar lo que las palabras no pueden expresar, de sentir y hacer sentir, de vivir y celebrar la identidad y la creatividad.
¿Cómo nace Veredicta?
Veredicta nace de un momento de caos en mi vida artística, ya que sentía mucho la presión social de lo que se supone que debe de hacer una bailarina y por eso empecé a investigar sobre el movimiento natural de mi propio cuerpo, esperando a sentir verdaderamente la necesidad de tener que moverme. Y ahí me di cuenta de que el cante era un motor principal para desarrollar esta idea.
Sola en el escenario, entiendo que estás más que acostumbrada, pero ¿cómo se vive un espectáculo sola?
Crear e interpretar un espectáculo en solitario es un viaje de autoexploración y autodescubrimiento. Involucra mucho trabajo y dedicación, pero también ofrece una gran recompensa: la libertad de expresarte plenamente y la satisfacción de haber creado algo propio desde cero.
¿Qué dificultades te has encontrado para llevar adelante Veredicta?
Ha sido difícil enfrentarme durante muchas horas a mí misma en un estudio, intentando olvidar todo lo que la memoria de mi cuerpo había registrado en cuanto a bailar para centrarme en el motor, en el impulso… a través del sentimiento.
Es muy fácil, cuando llevas muchísimos años bailando, ejecutar movimientos con tu cuerpo sin apenas consciencia de lo que siente. Por eso este proyecto lo afronté desde el primer momento como un reto artístico y personal.
Siempre hay una sinopsis donde podemos ver un resumen o un punto de partida de la obra, pero si tú me la tuvieras que explicar, o a una persona que fuera a asistir a una de vuestras actuaciones, ¿cómo sería, que quieres contar con tu trabajo?
Veredicta quiere contar que la verdadera libertad está en ser uno mismo, sin importar lo que diga la sociedad y lo transmite a través de la historia de una mujer que, rompiendo las normas, se convierte en un ejemplo de valentía y cambio.
Al leer de qué va Veredicta me ha parecido que hacías una exploración de cómo se puede sentir una mujer en la sociedad, en la incomprensión, ¿era eso parte de lo que querías plasmar?
Sí. La sociedad tiene una especie de guion sobre cómo debería ser nuestra vida, y si no lo seguimos, puede generar una sensación de rechazo. Es como si el mundo tuviera una idea fija de lo que se espera de nosotras, y cuando nos desviamos de esa idea, la gente no sabe cómo reaccionar.
Ya llevas tiempo girando con la obra, ¿qué recorrido escénico ha tenido, y cómo ha sido su evolución con el mismo?
Veredicta ahora mismo es el proyecto que marca y define mi carrera artística, ya que comenzó siendo algo pequeño y corto de unos 15 minutos de duración, que estrené en el Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de Madrid. Luego seguí desarrollándolo para el Festival de Jerez 2024 en el que mostré 30 minutos y ahora, por fin, tengo la suerte de presentarlo en Danza en la Villa al completo. Después nos espera Granada, mi tierra.
En estos momentos que vivimos, ¿cuál crees que es el estado de salud del flamenco?
Aunque es cierto que vivimos tiempos de cambio y desafíos, el flamenco está en un momento vibrante y lleno de posibilidades El flamenco siempre ha sido un reflejo de la vida y, como tal, se nutre de la realidad que vivimos. Así que, aunque haya dificultades, la capacidad de reinventarse y de seguir emocionando a la gente me hace seguir confiando en que su futuro puede ser prometedor.
Ahora estás dentro del ciclo de Danza en la Villa, ¿qué significa para Irene Morales estar dentro del ciclo?
Participar en el Ciclo de Danza en la Villa es una oportunidad de crecimiento artístico, visibilidad y conexión con la danza de hoy. Me siento muy agradecida de tener la posibilidad de mostrar mi trabajo en un entorno tan inspirador.
¿Qué importancia crees que tienen estos ciclos o pequeños festivales para el flamenco/danza?
Creo que son fundamentales porque son parte de las semillas que necesita la danza y el arte en general, para seguir creciendo, evolucionando.
Por supuesto, es una oportunidad para los artistas, ya que nos da un canal de conexión con el público donde poder contar lo que queremos. Pero también es importante que existan estos ciclos/festivales como sociedad, ya que es nuestro deber seguir nutriendo la cultura.
¿Un sueño por cumplir?
Que la danza me permita transmitir mi forma de sentirla y que el flamenco siempre esté valorado como merece, por todos.
Sinopsis: En el trasfondo de una sociedad marcada por estereotipos, se despliega una narrativa de autenticidad y desafío. Una mujer, en su tránsito solitario, encarna una decisión trascendental que desafía las normas preestablecidas. Su elección, como un rayo de luz en la oscuridad, desafía las expectativas sociales, invitando a otros a cuestionar lo convencional. En su búsqueda de autenticidad, ella se convierte en un símbolo de fortaleza y cambio, recordándonos que la verdadera libertad radica en ser fieles a nosotros mismos, incluso cuando el mundo nos dice lo contrario.
FICHA ARTÍSTICA:
Dirección y coreografía: Irene Morales
Dirección musical: Antonio Campos
Baile: Irene Morales
Cante: Antonio Campos, David Carpio y Abraham Campos
Guitarra: Jesús de Rosario
Diseño de iluminación: Olga García
Técnico de sonido: Gaspar Leal
Diseño de vestuario: Nuria Fernández
Realización de vestuario: Luisa Valero
Fotografía y diseño: Juanlu Pascual
Producción: Grupo EFAD S.L.
Agradecimientos: Certamen coreográfico de Danza española y Flamenco de Madrid y Residencia de creación In Progress de Torrox