Una condición necesaria, aunque no suficiente, para que podamos hablar de la existencia de un mercado es que la información disponible para oferentes y demandantes sea equivalente y fluya con facilidad. Y tenemos que concluir que esta condición no se cumple en la mayoría de las ocasiones, por no decir que en ninguna, en los mercados en los que participamos o a los que nos enfrentamos. Ni siquiera hablo de mercados perfectos, que no existen en la realidad, solo en algunos libros de textos. Definir cuál es la información necesaria para que podamos hablar de un mercado eficiente es muy importante. Algunos galardonados con el premio nobel lo fueron por ocuparse de esta cuestión, especialmente por lo relativo a las asimetrías, que influyen, cómo no, en el precio final de los productos.
Os preguntaréis a cuento de qué este comienzo de año tan poco poético. Pues a una cuestión prosaica, la pérdida de mecanismos de información, aunque sea sobre asuntos de la administración, y que van a dificultar el acceso al conocimiento sobre qué hacen los organismos públicos en muy diversas materias. En definitiva, una nueva agresión a la eficiencia en los mercados. Me estoy refiriendo a la desaparición del servicio que pusieron en marcha Access Info Europe y CIVIO (Fundación Ciudadana), http://www.tuderechoasaber.es/, que permitía hacer consultas a organismos públicos, de los tres niveles de la administración, y daba lugar a que se hicieran públicos ciertos datos. Porque la bondad de este recurso, gratuito, es que la información obtenida pasaba a ser de dominio público, no quedaba reservada para aquél que la hubiese solicitado.
Como usuario de este servicio, accedí a información de importancia económica relevante, según mi criterio, y de la que quiero destacar una de ellas, que venía a demostrar mis tesis sobre la falsedad del interés del Ministerio de Hacienda en concienciar a los ciudadanos en la responsabilidad fiscal. La campaña publicitaria en televisión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de 2014 se desarrolló en cadenas con pocos televidentes, en horarios intempestivos e incluso fuera de plazo. Podéis comprobarlo en este artículo. Ya veis que bonita manera de engañar al contribuyente, hacemos campaña contra el fraude, solo que donde nadie la ve y a las horas en que nadie la va a ver. Brillante gestión fiscal.
Podría traer más ejemplos sobre el particular, pero creo que con uno es suficiente para valorar la importancia de disponer de canales inmediatos de comunicación sobre datos con trascendencia económica. Perdonad, no me resisto a citar uno de mis “enemigos” declarados por la opacidad existente. NO ES POSIBLE, lo digo en mayúsculas que sabemos lo que significan en la red, acceder de manera ágil e inmediata a la información económica de las fundaciones y asociaciones de este país, ya sean de ámbito nacional, autonómico o local, como si no fueran entidades de interés general con la cantidad de fondos públicos que manejan. Entre las entidades a las que me refiero cabe incluir a los entes de carácter confesional y a las agrupaciones de índole deportiva.
Nos falta cultura de la información, de la transparencia y, encima, llegan las administraciones públicas y restringen el acceso a través del correo electrónico, en clara demostración de que el criterio de la administración, conformada por funcionarios, es que saber es malo. Seguimos viviendo los tiempos del oscurantismo, los tiempos de El nombre de la rosa. Y cito a los funcionarios porque ellos deberían ser los primeros impulsores de la transparencia y de la información, así se podría demostrar que no existe arbitrariedad en las decisiones. Materia esta de la arbitrariedad de la que seguiremos hablando porque material no falta para tratar sobre la tremenda importancia que para la economía tiene la falta de información o la asimetría con la que acceden a ella los distintos intervinientes.
Olvidaba un pequeño detalle. Feliz año 2016 para todos los que gustan de leer estas páginas y, ya llegan, Felices reyes. Como siempre con una canción.
salud a tod@s