Alberto Meseguer García (Almoradí, 1979) trabaja en su propio taller situado en su pueblo natal. Meseguer es un hombre de raíces que profundizan en la tierra. Alberto es una persona tímida y reservada que esconde un gran corazón. Alguien que percibe la escultura como un medio que convierte la experiencia de lo cotidiano en un lenguaje universal.
Entrar en el taller de Alberto supone una experiencia sensorial dependiendo de la etapa del proceso en el que se encuentre. Nos envuelven los aromas a escayola cruda, madera recién cortada y cera de abeja mezclada con aceites esenciales. Éstos se escalonan en las diferentes fases del proyecto constructivo de Meseguer.
Aquí podéis ver el taller de escultura donde Alberto habitualmente trabaja de forma pausada y metódica. Antonio Víctor García-Serrano ha podido captar la esencia de este lugar. Su vídeo lo podéis visualizar a vuestro antojo pudiendo desentrañar cada uno de los elementos que este espacio contiene.
Pinchando sobre la imagen tenéis acceso al vídeo interactivo:
En el taller todo se encuentra ordenado, las herramientas se encuadran en una plancha de madera con la silueta marcada donde se coloca cada una de ellas. Los mapas jalonan las paredes enlucidas de cemento, de un color neutro como si se tratara de una superficie de una galería de arte.
Los libros sobre técnicas artísticas y, sobre todo escultóricas, se sitúan en un mueble aparador con un cristal que permite ver las referencias bibliográficas. Meseguer es un estudioso de todo aquello que crea, investiga los referentes artísticos, así como el proceso creativo, dando un sentido global a sus obras.
Adyacente al taller hay un patio interior a cielo abierto donde moreras, pinos carrascos y un pequeño limonero recuerdan el sabor de la comarca del Bajo Segura donde Alberto se siente fuertemente arraigado. Aquí puede trabajar aquellos procesos que implican levantar polvo o fuertes olores. En este lugar todavía conserva un trozo de una obra que guarda en la memoria. La pieza fue destruida después de una exhibición pública en la calle que instaló en un certamen de escultura al aire libre.
Actualmente trabaja en la Escuela de Arte de Murcia como profesor en la asignatura de Volumen en el Ciclo Superior de Artes Aplicadas a la Escultura. Alberto concibe la formación que imparte como un crecimiento mutuo entre sus alumnos y él mismo.
Mujer mujeres, el molde de la vida, es el último proyecto llevado a cabo por Alberto. Configura un universo formado por fragmentos de modelos diferentes. Personas de su entorno, mujeres corrientes cuyas formas singulares contrastan con los ideales de belleza que imperan en la actualidad. De esta manera las hace visibles y les da voz por medio de esta propuesta que aborda lo común y lo plural, la unidad y la diferencia.
La escultura de Meseguer rompe con muchos cánones de la belleza establecidos. Emplea el vaciado del natural como si realizara fotografía en tres dimensiones, captando un volumen en un determinado momento, recordando en cierta manera a los vaciados directos de George Segal. Envolver los cuerpos con vendas de yeso supone un contacto con la piel, una apertura a la intimidad del desnudo.
Las cartografías intentan transformar el cuerpo humano en un espacio habitable. La figura aporta la experiencia física y el mapa el conocimiento intelectual. Para el autor transitar por el cuerpo como por un mapa origina una reconstrucción de la identidad ante la pérdida de sitio.
Uno de los denominadores comunes en la escultura de Meseguer son los cuerpos desnudos. Todas aquellas figuras humanas que realiza hablan desnudas con el observador. De esta forma, la relación que mana de cada una de ellas es franca y sincera. Alberto también ha utilizado en algunas ocasiones el concepto de huella, que se puede interpretar como un recorrido negativo de lo ausente.
Otro de los aspectos que trabaja Meseguer en obras como Ágape son los fragmentos. Abordar el todo desde las partes como forma de reinterpretar la figura humana. Alberto nos comenta que estos trozos se superponen a modo de estratos configurando una imagen hecha de intervalos y lagunas, lugares separados, tiempos desunidos. Pretende expresar de esta manera que todos somos diferentes y a la vez iguales en nuestra diversidad.
Meseguer utiliza diferentes materias que conforman un universo natural. En piedra tiene realizadas varias obras en alabastro, mármol o caliza de Calatorao. Las maderas dejan ver su color y veteado puesto que reciben un acabado a base de ceras, entre las que destaca el cedro, el nogal o el abedul. Las piezas en terracota y metal insinúan una fuerte unión con la tierra. Mientras que la escayola nos habla de la fragilidad, el desgaste y la rotura.
En la actualidad sigue experimentando con algunas de sus series que continúan abiertas. Su último proyecto trata los cambios que está sufriendo la Tierra comparándolos con las transformaciones que padece nuestro propio organismo. Considerar al planeta como un cuerpo en evolución donde lo que se haga con él, se lo hace a sí mismo.
▪ Dirección del taller. Calle Nuestra Señora de Monserrate 48, Almoradí (Alicante). ▪ Dirección web: Alberto Meseguer |