La Princesa durmiente va a la escuela: la sátira atemporal
En el prólogo de La Princesa Durmiente va a la escuela, Gonzalo Torrente Ballester asegura que, «a las novelas grandes les acontece lo que a las catedrales grandes: que siempre falta algo y siempre sobra algo, pero lo mejor es dejarlas como están». A pesar de que no se lo aplica a su propia obra, […]