Como buena residente de atención primaria, a pesar de realizar mis rotaciones en el hospital, mi trabajo cada mañana suele consistir en atender junto con un médico o médica especialista las consultas externas de la especialidad que sea.
A consultas viene todo tipo de gente y por muy diversos motivos. Incluso dentro de una misma especialidad, las derivaciones que llegan desde el centro de salud son muy heterogéneas y cada persona tiene una manera de contar sus problemas médicos. Debido a esto, son numerosas las anécdotas que se van recolectando en el día a día.
Hoy he querido traer algunas aquí, para llamar la atención sobre determinadas cosas tanto a pacientes como a especialistas. Para no aburrir, solo os pondré un par.
Caso 1: Señora que llega por un problema concreto, y en el momento de revisar la medicación que está tomando…
– Médica especialista (al ver en el ordenador que la paciente toma un ansiolítico): ¿Tiene usted depresión?
– Paciente: pues verá doctora, si le digo la verdad, yo me siento bastante bien, no estoy triste ni nada, pero he visto que mi médica de cabecera me ha recetado este medicamento y nada, yo me lo tomo. Me imagino que si, que debo tener depresión. Hasta que no me diga lo contrario…
Mi cara en ese momento, un poema.
Caso 2: Señor que llega para revisión de su patología, y cuando le preguntamos si sigue correctamente le tratamiento…
– Paciente: pues es que sabe que? que el otro día leí en el periódico que el medicamento que esto tomando, si se toma muy a largo plazo, produce efectos secundarios en la memoria, y claro, yo soy muy joven doctora y ahora estoy todo el rato fijándome a ver si se me olvidan más las cosas. Lo que he hecho es tomarlo cada 2 o 3 días, según como esté, y bueno le quería preguntar si tendré que tomarlo por mucho tiempo más.
Face Palm Round 2
Estos son 2 ejemplos bastante rutinarios en nuestra práctica clínica y a mi juicio, ponen a relucir una inadecuada comunicación entre paciente y especialista, sobre todo con el especialista de atención primaria, o sea, el médico o médica de cabecera.
La primera paciente no sabe porqué toma cierta pastilla pero la toma porque se fía ciegamente de su doctora y si ella lo dice pues adelante. Esto es un error bastante común. La medicina ha evolucionado desde el modelo paternalista («tómate esto porque yo se lo que es bueno para ti») al modelo de autonomía («yo recomendaría esta medicación, le explico mis razones y usted decide»). Es muy importante que el paciente tome conciencia de su papel activo en el acto médico y que no permanezca como un mero espectador. Quien manda sobre lo que se ha de tratar o no, diagnosticar o no, es la persona que padece, no su especialista. Nosotr@s también nos equivocamos, damos por sentadas cosas que pueden no ser ciertas en según que casos, actuamos muchas veces guiándonos por protocolos y es el o la paciente quien nos ayuda a individualizar y optimizar el camino a seguir.
El segundo paciente es un poco lo contrario. Se fía más del periodismo que de la medicina. Y como de medicina sabe to quisqui pues pasan estas cosas. Como he dicho antes, es quien padece la enfermedad quien debe decidir, pero también es importante ser responsable con las fuentes que utiliza para asesorarse. Cada dos por tres salen noticias alarmantes sobre medicina y lo mejor es contrastar la información con fuentes de confianza. Pregunte a su médico o médica de familia, no tenga vergüenza. Antes de modificar las pautas de un tratamiento, consulte. Después podrá hacer uso de su autonomía, pero al menos tendrá información de una fuente en principio, fiable.
Como todo el mundo sabe, en la sanidad pública de este país es bastante difícil acceder a un/a especialista de segundo nivel, o sea, del hospital. Si en estas consultas mandan un tratamiento o proponen pruebas y después surgen dudas, por favor, acuda su centro de salud.
Una de las características más bonitas de mi especialidad es precisamente la cercanía con las personas a las que atendemos. Estamos a un telefonazo. Tenemos formación para solucionar prácticamente todas sus dudas sobre este tipo de historias y si no, nos lo estudiamos para informarle lo mejor posible. Las y los especialistas en atención primaria formamos equipo con l@s pacientes para tomar la decisión que mejor convenga a cada persona según sus circunstancias.
La comunicación es la base de cualquier relación. También de la relación médic@-paciente