En este mi tercer artículo cuento con cuatro maravillosos autores, pero ante todo, con cuatro maravillosas personas.
A las ilustraciones de Amanda, Sara y Nerea podréis verlas en un evento que tengo el placer de organizar el domingo 31 de agosto a las 20:30 horas en la Sala Búho Real de Madrid.
Estáis todos invitadísimos.
El proyecto se llama Las chicas poetas y consistirá en una exposición de mis ilustraciones, en la que habrá una pared decidada a las chicas que reciten ese día. Una vez más estoy más que encantada de fusionar ilustración y poesía. Si quieres asistir y/o recitar y que os ilustre vuestro poema solo tienes que mandar un correo a nievesponceillustration@gmail.com
Toda la info en el evento público de Facebook
La única ilustración que podréis ver publicada en mi artículo de hoy será la de Suso. Aunque tengo otra nueva que le prometí y que verá muy pronto.
Espero que sigáis mi sección y que os guste leerla tanto como a mí elaborarla.
[hr]
AMANDA DÍAZ FUENTES nació el 11 de enero de 1995 en Santa Cruz de La Palma.
Creció con influencias artísticas en su família. Comenzó a hacer teatro a los 4 años en el grupo de teatro infantil de su pueblo.
Más tarde trabajó en una pequeña compañía de teatro. Sus padres siempre habían practicado este arte y se sentía atraída, como si de un imán se tratase. Le parecía un sueño todo aquello. Con sus grandes decorados, su atrezzo, su gran telón de terciopelo rojo y como desde allí arriba se podía verlo todo, como si fuera la cima más alta del mundo. Se podía decir cualquier cosa y todos parecían escucharte, además no tenías que elegir ser una cosa, podías serlas todas.
«Destetaba que me preguntaran qué quería ser de mayor, y vi en el teatro una vía de escape, podía ser incluso cosas que no existían. Podía ser una princesa, un dragón, un hada, un árbol, una sirena, una estrella… ¡cualquier cosa!». Dice la joven actriz.
Tiempo después, descubrió el cine gracias a su madre, que había hecho sus pinitos desde que ella era muy pequeña. Nunca se olvidará de la primera vez que pisó un rodaje. Fue a acompañar a su madre y se quedó maravillada desde el primer contacto, fue amor a primera vista. Quedó absorta con el modo tan organizado de trabajar, con las emociones que surgían, la complicidad, los detalles, la importancia de las miradas, los gestos, el tono de voz…
Pero realmente descubriría la magia del cine cuando acudió al estreno y vio en la gran pantalla cómo se había transformado todo lo que sus ojos habían visto, en algo tan distinto. No podía parar de mirar las imágenes bailando ante sus ojos. ¡Era todo un espectáculo!
En ese momento supo que también quería dedicarse al mundo del cine. Con 11 años grabó su primer cortometraje, el cual le llevó a muchos proyectos más. Junto con su ambición de aprender siguió realizando cursos, talleres, etc. Complementó su formación artistica con estudios de danza, canto (coro y solista) y pintura, lo que le permitió crecer y cultivarse como persona. Esto le llevó a querer estudiar el bachillerato de Artes escénicas, música y danza. Por lo que se trasladó a Tenerife con tan solo 16 años.
Finalmente aterrizó en Madrid, hace tan solo un año. Actualmente compagina su formación de actriz con los eventos poéticos, y trabaja en todos los proyectos que le van surgiendo.
Empezó a escribir de niña, cuando le pusieron delante una hoja en blanco con lápices de colores, garabateando, creando personajes, historias, paisajes… simplemente creando.
Desde que aprendió a leer se enamoró perdidamente de los libros, de sus historias, sus personajes… Más adelante empezó a escribir sobre reflexiones, historias y pequeños relatos. Finalmente la prosa acabó convirtiéndose en verso.
Cuando se trasladó a Tenerife descubrió todo un mundo de poesía. Allí pudo comprender lo que realmente significaba y todo lo que abarcaba. Poco a poco fue dejando sus miedos e inseguridades atrás, lo que le hizo sentirse liberada, en equilibrio y en paz consigo misma.
La poesía le ha dado y le sigue dando actualmente muchas alegrías, pero sobretodo, el mayor regalo que le ha dado son las personas maravillosas que ha traído a su vida y las que aún siguen llegando. Espera que para quedarse.
Escribe porque es otra vía de escape. Siente como si volviera a nacer. Se siente plena.
Escribe sobre lo que vive, lo que experimenta, lo que siente. Le inspira la gente que conoce, las conversaciones con extraños que le enseñan o le recuerdan cosas que quizás había olvidado. Escribe poesía, verso libre, relatos, micro relatos y prosa poética. Aunque explota más el verso libre.
Su proyecto a corto plazo es terminar su formación de actriz.
También está a la espera de la publicación del libro Los poetas de El Otro, un proyecto junto a otros poetas.
Su proyecto a largo plazo es poder trabajar de lo que le gusta y realmente le hace feliz, es decir, un trabajo relacionado con el mundo de la interpretación, ya sea teatro, cine o televisión. Y quizá publicar un poemario en solitario.
Podéis verla y leerla en los siguientes enlaces:
Proyecto Poetactor
Twitter: @AmandaDiazF
A Amanda no tengo el placer de conocerla personalmente, aunque muy pronto lo haré.
Estoy segura de que congeniaremos porque rebosa arte por todos sus poros.
Además, me consta que es algo bruja, como yo.
[hr]
SARA TOMÁS MADEJÓN nació el 5 de Julio de 1991.
Tiene tres hermanos pequeños. Como sus padres se separaron muy pronto, ha ido de casa en casa, por eso ahora no se siente de ningún lado concreto, sino un poquito de todos los lugares que ha conocido y que le hayan hecho sentir. «Como Alejandra Pizarnik», dice Sara.
Ha vivido en Madrid toda su vida. Fue al colegio Nuestra Señora de Loreto desde los 6 años hasta los 17 y aún conserva grandísimas amigas de esa época.
Este año ha acabado la carrera de Psicología en la UAM.
La joven poeta nos cuenta que desde hace diez años tiene el corazón partido en dos mitades: una aquí, en España, y la otra al otro lado del océano, en Paraguay. Asegura que aquí la gente no tiene demasiado tiempo ni para mirar, ni para esperar, sin embargo allí sí. Por eso le gusta tanto, porque la gente son personas y porque son auténticas.
La mayoría de sus aficiones siempre han estado relacionadas con el mundo del arte: escribir, cantar, dibujar…
«Todavía creo en la magia», afirma Sara.
Escribe porque la mayor parte de las veces necesita reordenar sus pensamientos, sus ideas, sus sentimientos.
A veces también escribe porque tiene cosas que decir, porque tiene algo que necesita que sea escuchado. En ese sentido, a veces utiliza la escritura como terapia y cree firmemente en ese tratamiento: la escritura como tu aliada en el campo de batalla, no como tu arma para degollarte.
Escribe principalemente relato y poesía. Tiene algún que otro ensayo y un par de intentos de novelas, pero siempre se pierdo con los argumentos. Empezó con el relato y desde más o menos 2010, se ha ido incorporando a la poesía.
No hay ninguna razón aparente para utilizar uno u otro formato. Cree que las cosas que tiene que contar tienen una musicalidad, y ese ritmo intenta buscarlo en el formato visual del texto.
Ha ido aprendiendo los recursos literarios a medida que ha ido leyendo más y más y los ha ido incorporando en función de la necesidad de eso que quiere contar.
Tiene un proyecto con una amiga suya, Carlota Ortega, sobre fotografía, poesía y dibujo. Ambas escriben y dibujan, pero además, hacen fotografía.
En un futuro le gustaría estudiar enfermería y volver a Paraguay (quizá para quedarse).
Participa con Carlota en este blog.
Podéis verla recitar en el siguiente enlace:
Twitter: @Cattleya_57
A Sara no solo la conozco personalmente, sino que ya la quiero. Y esto ha ocurrido en muy poco tiempo. Pero es que es imposible estar más de cinco minutos con ella y no quererla.
Es bonita por fuera y por dentro. Y también hace sentir así a todo el que la rodea y está dispuesto a conocerla.
Comenzó a escribir poesía a los 11 años, después de haber escrito cómics y canciones. A los 16 años autoeditó su primer poemario «Gritos a un papel». Poco después fue galardonado con el primer premio de poesía «I.E.S. Sabinar» de Roquetas de Mar por «Poemas para la calle». En 2006 publicó «Anarquía de Tinta», un poemario manifiesto donde estableció las bases de la poesía que quería escribir. En 2008 se mudó a Madrid para estudiar interpretación en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y publicó el poemario «Carpe Diem o evasión» en Salamanca.
El poco tiempo que el teatro le dejaba libre lo dedicó a frecuentar los círculos de poesía madrileños. Y tuvo la oportunidad de dar a conocer su poesía a más cantidad de gente.
Desde entonces ha publicado «22 Transbordos» y «Para no existir», su último trabajo.
«La vida es para los hechos y la poesía para las palabras. Es mi modo de decir todo aquello que no puedo hacer», dice Suso.
Escribe poesía. Dice que es lo que le nace escribir. Ha escrito en otro tipo de formatos, pero siempre acaba recurriendo al verso. La poesía es belleza externa y mensaje interno. «Es más sencillo expresarse así, la prosa es para los sabios», afirma el poeta.
Respecto a la poesía no tiene más proyecto que el de escribir y recitar. Dar a conocer lo que hace a cuanta más gente mejor.
A largo plazo, dice que uno siempre sueña con poder vivir de ello, pero su vida también es el teatro, y prefiere no proyectar demasiado. Quiere tener muchas puertas abiertas y algunas ventanas.
Twitter: @susosudon
Suso es un ser especial. Eso es lo que yo respiré la primera y única vez que coincidí con él en una jam de poesía en Madrid.
Estuvimos charlando un ratito y me quedé con estas palabras que me dijo: «Los versos son del viento».
Yo le digo ahora, que por versos como los suyos, el viento es viento.
[hr]
NEREA DELGADO nació en el Mediterráneo hace ya unos cuantos julios, pero asegura que su sangre aragonesa le lleva constantemente a dar maravillosos tumbos por los montes de Teruel.
«Estoy metida en un triángulo amoroso mano a mano con el mar y la montaña.
Lo mismo te plancho un huevo que te frío una camisa, te describo las puertas de un concierto de rock and roll o te hago más de trescientas fotografías en un día. Mi vida es la unión de las historias de todas las personas, fachadas, caminos, paisajes, bares que se dejan fotografiar, poetizar o prosificar; soy una ladrona de historias«, dice Sara.
Asegura que no ha elegido escribir, que es ese verbo el que la ha elegido a ella.
Afirma que nació con un lápiz bajo un brazo y un paquete de quinientos folios bajo el otro y que es una condena maravillosa de la que no se quiere librar nunca.
Se desangra mayoritariamente en la prosa poética. «Pero no fue decisión mía clavarme su cuchillo, vino ella por la espalda y yo le sonreí«, me cuenta la joven autora.
Dice que no tiene claro si tener un hijo y publicar un libro guarda alguna diferencia, pero que pronto será madre.
Actualmente comparte sus hemorragias (así llama ella a sus palabras) en:
Twitter: @NereaNerNerea
A veces incluso les pone voz:
No conozco en persona a Nerea, pero pronto coincidiremos. Ella no lo sabe pero las dos tenemos alma de mar y corazón de montaña.