Nuestro útero guarda la memoria que proviene de nuestra biografía e historia personal además de la que le corresponde al linaje ancestral.
De esta manera, comenzar un proceso de liberación y sanación nos va liberando del sufrimiento además de servir para honrar y dar el lugar que les corresponde a nuestras ancestras.
Este proceso se da paso a paso y es importante conocer e investigar nuestra historia así como la de nuestra madre, abuelas, bisabuelas, tatarabuelas… para ir identificando patrones inconscientes, malestares, maneras de relacionarnos, bloqueos, miedos… que pertenecen también a nuestro árbol genealógico y se transmiten a través del canal energético de útero a útero.
En muchas ocasiones, vamos repitiendo estos patrones de manera inconsciente por lealtad al clan y por el deseo de sentirnos parte del grupo familiar ya que el sentimiento de pertenencia es una de las necesidades fundamentales del ser humano.
Por eso es tan importante tomar conciencia de cuáles son esas maneras de pensar, sentir y actuar e investigar sobre nuestro árbol genealógico y así ir liberando y sanando a nuestro linaje ya que cuando sana una, sanan y sanamos todas.
En este sentido, no se trata de que nuestras ancestras traten de castigarnos o fastidiarnos dejándonos su legado energético y emocional de aspectos no resueltos pues el árbol genelógico desea ser liberado y sanado.
Lo que ocurre es que lo que no se soluciona se volverá a repetir una y otra vez hasta que se le ponga la conciencia y se trabaje con el amor a una misma por no haber sabido ni podido hacerlo de otra manera.
De esta manera, cuando vamos liberándonos de esos patrones ancestrales y sintiéndonos merecedoras de vivir una vida feliz, libre y a nuestra manera nuestro linaje se ilumina y se alegra pues a partir de ese momento, somos más libres todas.
Y este proceso de sanación no se realiza desde la lucha, sino desde el amor.
Es posible que al conocer la historia de tu madre, abuela, bisabuela… aparezca rabia, tristeza, culpa… por lo que tuvieron que vivir y experimentar ya que ellas también se vieron expuestas a un sistema patriarcal y probablemente no pudieron ver realizados sus sueños y metas por el hecho de ser mujeres en un mundo tan machista.
De lo que se trata ahora es de reconocerlas y honrar su existencia porque nosotras como hijas, nietas, bisnietas… y parte del clan ahora sí tenemos la oportunidad de hacer las cosas diferentes, a nuestra manera. Por nosotras y por ellas.
Así, también podremos ir acercándonos al linaje ancestral masculino para ir dando el lugar y reconocer a los hombres del clan familiar con quienes probablemente hayamos estado enfadadas por haber causado daño y dolor a las mujeres de nuestro árbol y, por lo tanto, también a nosotras mismas.
Este proceso requiere calma, ternura, conciencia y compasión e integrar estos pasos no se lleva a cabo de un día para otro sino que requiere práctica y tiempo para que se produzca la liberación y sanación que nuestras ancestras y nosotras estamos esperando.
[…] perdono a mí misma por haber juzgado a mi linaje ancestral y por distanciarme del clan, creyendo que hacía las cosas de manera diferente desde una posición […]
[…] Mis ancestras y yo […]
[…] Mis ancestras y yo […]