La percepción de que existe corrupción viene con la crisis pero en España, según el Eurobarómetro, es un hecho que va más allá. El incremento de la percepción de corrupción ha escalado posiciones a gran ritmo entre los problemas de los españoles, más que en otros países. Según el CIS, tres de los problemas más destacados para los españoles son: paro, corrupción y sanidad. Aunque el top 6, por este orden, es el siguiente: paro, corrupción, problemas de índole económica, los políticos en general, sanidad y educación.
El aumento del paro a partir de 2007/2008, coincide con la percepción de su problemática por parte de la sociedad española. La corrupción cambia su tendencia con casos como el de Gürtel e inicia su escalada definitiva hacia la conquista de la segunda posición con el caso Bárcenas a principios de 2013, viéndose reflejado en el gráfico. La sanidad, sobre todo por los recortes sucesivos desde 2011 y con las privatizaciones, le ha llevado a ser el tercer problema de mayor relevancia para la sociedad española.
Digamos que el aumento de la percepción de cada una de estas problemáticas, mucho tiene que ver con la gestión del país por parte de los políticos. Los tres problemas percibidos como de los más nocivos, están absolutamente relacionados con la forma en que los gobernantes dirigen el país. El ‘Pew Research Global Attitudes Project 2013‘ pone cifras a la opinión de los ciudadanos acerca del proceder de sus gobernantes, midiendo el grado de satisfacción de la dirección de cada país.
Los datos no pueden ser más demoledores. Los españoles consideran que están peor dirigidos que en países como Pakistán, Argentina, Venezuela o Egipto.
Al igual que con la percepción en materia de paro, corrupción y sanidad, la satisfacción con la dirección de un país no tiene porqué clasificar correctamente cada país. Sin embargo, es significativo y determinante lo que opinan los ciudadanos, que son los que sufren las consecuencias. Puede que la corrupción, el paro y la sanidad sean problemas menos graves aún de lo que los habitantes españoles creen pero, también puede que sean de mayor magnitud de lo que los españoles atisban.
¿Vosotros qué pensáis? ¿deberían preocupar menos estos tres problemas o debería asustar que tan solo se percibe la punta del iceberg? ¿Es fiel a la realidad lo que opinan los ciudadanos acerca de la dirección actual del gobierno español?