La vida en el centro como mantra para preservar los ecosistemas
Comienza una nueva década que va a ser crucial para el sostenimiento de la biodiversidad de nuestro planeta. Tras la pasada Cumbre del Clima de diciembre de 2019, COP25, las esperanzas son pocas. Algunos de los países más contaminantes (EEUU, Arabia Saudí, Brasil o China) bloquearon las negociaciones y los acuerdos resultaron débiles e insuficientes, tanto en ambición como en financiación. Tal como resumen desde Ecologistas en Acción.
Las derechas son nefastas para el medio ambiente. Con sus discursos negacionistas que equivalen a negar la existencia de la gravedad o de fenómenos ampliamente demostrados y consensuados por la comunidad científica. Al más puro estilo inquisidor, rebajando el discurso y simplificándolo a eslóganes y meros titulares vacíos: puesto que quienes más se empeñan en la evidencia del colapso climático son organizaciones y gentes de izquierdas, luchar contra el aumento de la temperatura global es defender el comunismo. Ergo si yo soy de derechas tengo que estar en contra.
Estamos ante una cuestión de pura supervivencia. Este hecho nos concierne a todos los seres
Y no andarán muy desencaminados, si no fuera porque estamos ante una cuestión de pura supervivencia. Este hecho nos concierne a todos los seres que habitamos el planeta, ya que es el único en el que podemos vivir. Aún no es posible vivir en Marte, recomiendo la serie que lleva por nombre el de nuestro vecino planeta. En ella ilustran las condiciones extremas que tendríamos que afrontar para lograr sobrevivir allí y cómo el afán colonizador no tiene límites. Cómo la lógica de acumulación capitalista carece de respeto por las distintas formas de vida existentes y las que todavía están por descubrir.
Se abre en nuestro país un nuevo horizonte con la investidura que se está celebrando estos días de un nuevo gobierno, el primero, de coalición. Las administraciones deben poner todas las políticas de transición ecológica a funcionar y nuestro país tiene la oportunidad de situarse en la vanguardia por la preservación y conservación de nuestro medio.
Nuestro país tiene la oportunidad de situarse en la vanguardia por la preservación y conservación de nuestro medio
Hace décadas que desde los sectores de la izquierda venimos proponiendo un nuevo modelo de producción capitalista, como mal menor. Siendo conscientes de que el capitalismo es en sí mismo el problema. Que le podremos poner mil paliativos, cuantos rostros humanos y ambientalistas queramos. Y, aún con todo, seguirá teniendo los mismos objetivos que van en contra de preservar todas las formas existentes de vida, siempre y cuando se antepongan a la extracción del beneficio privado cortoplacista.
Poner en valor los cuidados, la interdependencia y los saberes subalternos de las que saben vivir con muy pocos recursos
Por todo ello se hace inaplazable, importante y urgente poner en valor los cuidados, la interdependencia y los saberes subalternos de las que saben vivir con muy pocos recursos. Desde algunos sectores del ecofeminismo vaticinan un decrecimiento que nos va a venir a la fuerza, como recogen las autoras de La vida en el centro. Voces y relatos ecofeministas.
Desde algunos sectores del ecofeminismo vaticinan un decrecimiento que nos va a venir a la fuerza
Yayo Herrero, Marta Pascual y María González Reyes. La vida en el centro. Voces y relatos ecofeministas. Libros en Acción. 2019.
Urge un nuevo paradigma que transforme radicalmente la manera en la que nos ponemos en relación con el espacio que habitamos y con los demás seres vivos. Un modelo que esté basado en el reconocimiento y el profundo respeto de las distintas formas de existencia posibles, que ponga límites efectivos basados en la conservación de la biodiversidad. Que plantee un metabolismo económico justo y sostenible.
Un modelo que nos reconozca vulnerables, es decir: interdependientes y ecodependientes. Vulnerables porque cualquiera ha necesitado y necesitará de los cuidados de los demás y de un entorno favorable que haga viable la vida. Por esto, como sociedad en conjunto nos habremos de hacer cargo de las tareas de cuidados y de reproducción así como de nuestro bienestar. Tendrá que venir, por tanto, de las instituciones promovido y motivado por el empuje social en las calles y plazas.