Lorcas aventuras es una de las propuestas que se encuentran en está en cartel, desde marzo hasta abril de momento los viernes, en el Teatro de las Aguas. Bajo la dirección de Lourdes Llebrez y las actuaciones de Charly Montero, Dolores Cardona, Ferran Plana y la propia Lourdes Llebrez.
Puede que leyendo el nombre de Lorca nos vayamos a pensar la representación de un clásico al uso, un drama con mucho poso y mucha interpretación contenida. No es el caso de Lorcas aventuras, ni mucho menos.
La obra nos sorprende con unas interpretaciones fluidas, a veces pareciendo incluso calculadas por los parones que hacen, como si la obra se construyera en ese mismo instante. Ese formato de guion, pareciéndose montar en el instante, produce la sensación de interactividad con el público, haciendo que este se encuentre parte de la función.
Podríamos decir que la representación, humorística e irónica -a partes iguales-, se centra en la totalidad de las obras de Lorca, aunque posiblemente mucho más centrado en su última faceta artística para llevarla a la actualidad y en parte compararla con formatos que podríamos decir que triunfan.
Lorca en clave de humor con mirada hacia el presente
Pero ¿es una representación fiel al autor? Para nada, no lo pretende. Solo quiere tener un hilo conductor para envolver una historia desde los clásicos a la actualidad más reciente, y ver, en parte, la evolución de las artes escénicas.
Ante todo, la obra habla de esa parte donde los creadores se ven forzados a crear lo que al espectador le vaya a gustar, mucho más que lo quiere contar. Y ahí es donde plantea la cuestión de ¿la creatividad y el arte debe ir medido y calculado para triunfar?
Cuatro actores, con muchos más personajes que Bernarda, Yerma, Novio o Leonardo, que están acompañados por una voz en off, un ordenador que manejará los hilos de la función, que será quien dirija el guion para que los espectadores disfruten. ¿Una crítica a la producción, a la dependencia de la tecnología? Libre interpretación con humor, cada uno saldrá con una sensación.
Lorcas aventuras es una función dinámica, a veces casi imprevista, con vitalidad que busca el humor, pero sin dejar de lado la crítica y que puede sacar muchas risas. Así era el día que la disfruté, aunque he de decir que personalmente, me centré mucho más en el fondo de esas historias locas montadas encima del escenario y la enjundia que había detrás que de reírme a carcajada limpia, como otros espectadores hacían.