Después de las terribles noticias de asesinatos machistas y violencia vicaria de las últimas semanas se te queda el cuerpo dolido. El cuerpo, el corazón, el alma y todo. Aunque no es algo aislado, conocemos la situación. Pero es inevitable no sentir un escalofrío por el golpe tan aplastante de realidad.
Se hace un poco lejana esa sociedad igualitaria y segura por la que luchamos. Aunque frente a todo tenemos un arma muy poderosa con la que resistir. Nosotras, juntas y sororas. Se nos intenta separar de muchas maneras, pero no, ya no nos van a convencer de que somos rivales. Porque sabemos que somos hermanas. ?
«Yo soy la suma de todas ustedes»
Ana Ilse Gómez