Un grupo de presión o lobby es un organismo creado y sostenido por una agrupación de personas, empresa, empresas o instituciones con el fin de influir, a su favor, en las decisiones del poder político.
El escritor Miguel Delibes, en su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua Española advertía sobre la angustia que experimentaba por el futuro de una Tierra sometida a una intensa explotación a causa de la actividad humana. Treinta años después esas preocupaciones fueron en aumento. Aprovechó la visita de su hijo, Miguel Delibes de Castro, eminente biólogo, para preguntarle sobre las principales cuestiones climáticas y ecológicas. El diálogo entre padre e hijo fue recogido en el libro La Tierra Herida ¿Qué mundo heredaran nuestros hijos? (2005, Círculo de Lectores).
En el apartado «Ética y medio ambiente» (página 158), Miguel Delibes, pregunta a su hijo si acaso en lo que está ocurriendo hay intereses egoístas, problemas éticos y si no hay culpables. Su hijo, contesta que hay intereses poderosos y bien conocidos detrás de los que pretenden que las cosas sigan como están. Y señala el poder de las empresas del petróleo y del gas. Según Miguel Delibes un lobby «capaz de encender guerras, de sufragar gastos militares para garantizarse el petróleo de Oriente Próximo a mayor precio del mismo». Y pregunta: ¿De verdad podemos creer que le preocupa más el futuro de la humanidad que sus propios intereses?
En líneas generales, lo que dice Miguel Delibes de Castro, coincide con lo que escribió el periodista LLuis Bassets, bajo el título «La gran estafa», publicado en el periódico El País del día 14 de noviembre de 2021: «Primero se rechazaba la idea misma del cambio climático. Luego que tuviera que ver con la actividad humana y con la industrialización. Interesaba disculpar a los extractores de combustibles fósiles. A la vista de los hechos comprobados, más tarde se trató de combatir las políticas medioambientales: o eran erróneas o demasiado caras, más costosas que los perjuicios que pudiera producir el aumento de temperatura del planeta. Ante la doble evidencia científica, sobre el incremento de temperaturas y sobre la capacidad para frenarlo, todo se centra ahora en evitar las medidas drásticas que pudieran dañar los enormes intereses, especialmente de los productores de petróleo, gas y carbón. O al menos aplazarlas, para sacar provecho de las reservas existentes. Hasta agotarlas si es posible, de forma que el cambio de modelo energético sea entonces obligado y aceptable».
A continuación, Bassets escribe: «La mayor delegación de Glasgow (donde tuvo lugar la COP 26) era la formada por los grupos de presión de los productores de combustibles fósiles, más de 500 personas. Observadores perspicaces han señalado el cambio de perfil de los asistentes: si en París en 2015 eran sobre todo ministros, científicos y militantes, en Glasgow son líderes empresariales, financieros y banqueros centrales» (…) «El aumento insostenible de la temperatura del planeta se da por descontado. Ahora solo se trata de negocios. De los que proporcione el cambio de época, mientras se exprime el limón de la época que termina. De lo que den de sí las transferencias de los países ricos que ya han consumido su cuota de en emisiones a los pobres que todavía necesitan crecer. Y de evitar las indemnizaciones exigibles a los contaminantes que han engañado y aplazado decisiones con su negacionismo doloso».
Se entiende así el por qué seguimos comprando y vendiendo energías fósiles. A pesar de lo fácil que sería hacer uso de las energías renovables.
Movemos Europa
La ONG independiente y progresista «We move EU», en español «Movemos Europa», gracias a la aportación de personas de la Unión Europea, multitud de veces ha luchado por impedir la labor de los grupos de presión. Sus integrantes indican que su trabajo es «impulsar el poder de la gente para transformar Europa, para beneficio de nuestra comunidad presente, de futuras generaciones y del planeta».
Veamos algunos de sus logros a lo largo del pasado 2022:
1.- Se ha conseguido mejorar Internet. «Mediante la creación de la ley más ambiciosa del planeta para la protección de la ciudadanía frente al abuso digital de empresas como Facebook y Twitter».
2.- Una inmensa victoria sobre los pesticidas. «Cuando la comunidad activista se enfrentó a su gobierno local a causa del abuso de pesticidas, este y la industria agrícola se les echaron encima con más de 1.300 denuncias. Así que organizamos una protesta y entregamos más de 250.000 firmas».
3.- Un paso más cerca de proteger nuestros bosques. «A través de #Together4Forests exigimos que se eliminasen de las tiendas los productos relacionados con la deforestación. ¡Ganamos en el Parlamento Europeo! y el año que viene presionaremos para que los gobiernos nacionales lo ratifiquen».
4.- Gran golpe a la contaminación. «Nos movilizamos para forzar al Parlamento Europeo a cerrarle el grifo a los combustibles fósiles y bloquear miles de millones de la financiación que recibían de los bancos. Aunque perdimos la votación final, obtuvimos unas cuantas victorias importantes en el intento. En 2023 nos espera una serie de acciones legales, así que no nos quitéis ojo».