Terminó 2023 y España sigue sin romperse ni quebrarse como viene pronosticando la tropa conservadora desde el fin de la dictadura. «la que se va a liar», dixit, sobre todo cuando no es esta cuando gobierna.
Pasó con más empeño en los últimos gobiernos de Felipe González, como reconociera el nada sospechoso Luis María Ansón en su momento, hasta hacer temblar las estructuras del Estado.
Arreciarían con Rodríguez Zapatero después de su inesperada victoria electoral inmediatamente después de los atentados del 11M, hasta llegar a acusarle de manera más o menos velada de estar detrás de los mismos.
Así que no es de sorprender que tras perder el gobierno en una inédita moción de censura, abrirse paso el primer gobierno de coalición progresista de nuestra retornada democracia y su reciente derrota parlamentaria que les ha impedido formar gobierno a pesar de haber ganado las elecciones, esa misma tropa conservadora este que trine y no deje de presagiar escenarios apocalípticos en todos los frentes para la nación española.
La realidad, muy distante de todo ello, es que a pesar de sus problemas y dificultades una mayoría de la ciudadanía intenta llevar de la mejor manera posible su vida lejos de tanta algarabía, que esta a lo que se dice las cosas de comer, aunque no es menos cierto que a fuerza de tanta cantinela se acaba soliviantando a otra parte de la población.
Pero al margen de ese habitual ruido ensordecedor de la política española para entretenimiento de nuestros próceres, este nuevo año que entra sí que se presenta harto preocupante a la espera del resultado de dos procesos electorales que pueden provocar, incluso, una involución democrática en las sociedades occidentales: las elecciones europeas de la próxima primavera y las presidenciales de noviembre en los EE.UU.
Tendremos que hablar pronto de ello y me temo que a lo largo de todo el año de forma reiterada como ya están haciendo importantes medios en todo el mundo.
Pero, a la espera de los acontecimientos, disfruten todo lo posible de este año 2024 que acaba de empezar, respeten a todos los demás y, en definitiva, sean todo lo felices que puedan.