La ciudad del progreso, así se le conoce al segundo asentamiento más grande del territorio michoacano, Uruapan. Localizada al oeste del Estado de Michoacán, Uruapan tiene sus antecedentes como población prehispánica de origen purépecha. Fue fundada como ciudad en 1533 por Fray Juan de San Miguel.
Una ciudad que se carácterizó por ser punto intermedio entre dos regiones de intercambio comercial en Michoacán, la tierra caliente y la meseta p´urhépecha. Región que a mediados del siglo XIX se inclinó por defender la causa liberal y ser referente a dicha ideología política. Por ello, el general Epitacio Huerta le daría el título de “Ciudad del Progreso” hacia el año de 1858.
Guzmán Ávila (2010), destaca algunos aspectos históricos, en el que menciona que «la fisionomía de la ciudad experimentó cambios significativos durante la década de los setenta del siglo XIX. La designación de Uruapan como capital del estado en 1863; el traslado a la ciudad de varias dependencias gubernamentales como el Supremo Tribunal de Justicia, la Secretaría de Gobierno, la Administración General de Correos y las oficinas de Hacienda; el arribo de numerosas familias procedentes de México, Puebla, Toluca y Querétaro; el sacrificio de los Mártires de Uruapan y otros acontecimientos dejaron una huella imborrable entre los vecinos del lugar».
Con los antecedentes históricos tanto indígena como español y los procesos modernizadores del periodo porfiriano, la ciudad uruapense alcanzaría una importancia no solo a nivel local, sino también nacional. Actualmente Uruapan sigue siendo un punto importante del comercio y de la cultura, donde el sincretismo e identidad de un pueblo de origen p´urhépecha en conjunto con su herencia española y los procesos histórico-culturales del porfiriato se dejan entrever en sus calles, sus monumentos arquitectónicos, sus recursos naturales, sus festividades religiosas y su vida cotidiana.
En este sentido, se realiza año con año un festín donde convergen elementos típicos de ese pasado histórico donde se fusionaron los rasgos culturales de los españoles y los indígenas de la zona. Artesanos, cocineras tradicionales y danzantes, exhiben su rico bagaje cultural.
Artesanías regionales, juguetes tradicionales hechos de madera, comida típica de diferentes regiones de la meseta purépecha, concurso de indumentaria de las ceremonias tradicionales de los pueblos michoacanos y domingo de ramos en la población de Uruapan, Michoacán, son algunas de las cosas que nos ofrece esta ciudad para disfrutar en el inicio de la semana mayor o semana santa.
El tianguis artesanal de Uruapan, nos muestra la herencia histórico-cultural de los pueblos michoacanos, que con su trabajo plasmado en platillos regionales como el churipo, las corundas, el pescado blanco de las cocineras michoacanas y, en las manualidades artísticas de los maestros artesanos, nos invita a disfrutar tanto del tianguis como del concurso de indumentaria y danzas de Michoacán, donde se pueden observar vestuarios que nos asombran por lo colorido, vivo y llamativo de la minuciosa labor que significó su elaboración.
Entre las vestimentas destacadas, se encuentra la de los nahuas de las costas michoacanas, mazahuas, otomíes de la zona oriente del estado, los purépechas de gran presencia cultural en gran parte del territorio y los nuevos integrantes del concurso, los matlatzincas, antigua cultura michoacana que existió en los valles centrales de la entidad en donde se destacan pueblos como Charo, Jesús del Monte, San Miguel del Monte, Santa María de Guido o Santiago Undameo, todos en las cercanías de Morelia.
Ojeda Dávila (2006) menciona que «Los orígenes de esta famosa celebración en Uruapan se remonta al año de 1960 cuando por iniciativa del Sr. Arturo Arán, se trasladó el tradicional Domingo de Ramos a la Guatápera y a la plaza principal y se llevó a cabo el primer Concurso Artesanal, de música y danza p´urhépecha».
Concurren turistas nacionales y extranjeros que visitan la tierra uruapense, la segunda ciudad más importante de Michoacán, donde no solo resalta por sus espacios turísticos como el Parque Nacional Barrancas del Cupatitzio o el Centro Histórico de Uruapan, sino que también, en el mes de marzo coinciden sus tradiciones, costumbres e historia plasmada entre sus calles y monumentos arquitectónicos de un pasado español funcionado con la visión de los antiguos pobladores prehispánicos de la región, conducidos por un enorme sincretismo religioso del Domingo de Ramos.
Así es Uruapan tierra de artesanos y artesanas que conservan con recelo las distintas fabricaciones artesanales de su propia cultura, su propia identidad histórica que data desde tiempos prehispánicos, y que con el paso del tiempo se ha ido heredando de generación en generación a través de la tradición oral. Todo lo antes mencionado, convierten a Uruapan del Progreso en un atractivo de acercamiento a la cultura, las tradiciones, las costumbres y la historia originaria del estado.