En el cine, la función del diseño de decorados ha recibido muy poca atención. Durante mucho tiempo ha sido, como señalan Mary Corliss y Carlos Clarens, la “más distinguida y menos reconocida” de las distintas artes fílmicas. Tradicionalmente, el análisis de las películas ha dado especial importancia al papel del director y del actor, pero no al del diseñador de decorados.
Otra razón para el largo abandono del tema de la escenografía en cine es el hecho de que demasiado a menudo el diseño de estos decorados únicamente se percibe en un “estado de distracción” como decía Walter Benjamin. Decorados cuya construcción puede haber llevado meses y costado millones, aparecen muchas veces en la pantalla durante muy pocos minutos o incluso segundos y el espectador podría estar distraído por la trama en ese momento. Tenemos que parar la película para poder estudiar el encuadre o rebobinarlo varias veces para poder analizar una escena en concreto.
Dicho esto, ¿no ocurre lo mismo en la arquitectura que en el cine?
La arquitectura es un decorado construido para crear una determinada puesta en escena. No se construye para ser observada, sino para crear situaciones, para ser habitada… en definitiva, para crear espectáculo como si de una película se tratara. Aunque muchas veces el lugar donde transcurre la acción pasa desapercibido, muchas otras veces la arquitectura adquiere tanto protagonismo como los actores o las acciones y se convierte en verdadera protagonista, creadora del sentido de la película y estructuradora de la narración y de la puesta en escena. El decorado está siempre presente en la imagen cinematográfica. Desde el mismo comienzo, la conexión entre cine y arquitectura han sido inevitables.
El arquitecto y diseñador de decorados francés Robert Mallet-Stevens escribió en 1929: “El decorado, para ser un buen decorado, debe actuar. Tanto si es realista, expresionista, moderno o histórico, debe desempeñar su función. El decorado debe presentar al personaje antes de que éste aparezca, debe indicar su posición social, sus gustos, sus hábitos, su estilo de vida, su personalidad. Los decorados, al igual que la arquitectura, pueden incluso aspirar a los ideales de las otras artes, a la expresión de sentimientos esenciales en una forma arquitectónica.»
(«Dogville«, Lars von Trier_2003)
Trailer «Dogville»
Jorge Gorostiza señala que el nexo de unión entre la arquitectura como disciplina y el cine debe ser el espacio, el espacio arquitectónico entendido en su sentido más amplio. La puesta en escena es una representación, más o menos fiel y más o menos bella, del mundo. Una película crea un mundo de ficción paralelo al nuestro. De este modo, cualquier película propone al espectador un mundo imaginario que ha de pasar por posible y que debe ser, ante todo, verosímil. Sin embargo, verosímil no quiere decir real. El mundo de la película parece real y continuo, pero no lo es. El espacio fílmico es siempre un espacio ilusorio, construido mentalmente mediante la unión de fragmentos inconexos que dan la impresión de continuidad espacial, como si lo que estuviéramos viendo fuera un fragmento de la realidad, aunque en la práctica sólo son imágenes fragmentarias, planos unidos por el montaje. Eso que nos parece una parte del mundo real sólo es un fragmento ilusorio, construido.
Los arquitectos jugamos a crear estos mundos de fantasía. Sin embargo existe una enorme diferencia entre el decorado cinematográfico y la arquitectura. Los decorados construidos no tienen la misión de ser habitables , sino sólo eficaces en la ficción, aunque para ello haya que falsear los datos reales. La arquitectura da un paso más allá del cine, convierte la ficción en realidad, y por eso mismo no solo está hecha para ser vista, sino para ser vivida.
3 GRANDES MAGOS DEL DECORADO
1. George Mèliés
Georges Méliès acercó la Luna a la Tierra, el futuro al presente, la imaginación a la realidad, a principios del siglo XX. Amante de las sombras chinescas, del romanticismo negro, lector voraz de las aventuras de Julio Verne, dio una lección a los hermanos Lumière con un cristal pintado de imágenes de colores. La lógica del absurdo a través de sus linternas mágicas le permitió certificar en unas 500 películas (1896-1912) que el cine podía ser algo más que registrar la realidad con el cinematógrafo. “El cine de Méliès fue una máquina de crear sueños” (Isabel Salgado).
(Estudio de grabación)
Su gran obra maestra fue «Viaje a la Luna» (1902). Durante meses se encerró en su estudio para conseguir que un obús impactara en el ojo de la Luna, que la Osa Mayor tuviera el rostro de siete mujeres diferentes, y que los selenitas se convirtieran en el molde de los personajes interestelares de la historia de la ciencia ficción. En 13 minutos de proyección, o 260 metros de cinta, el artista asentó las bases del género fantástico, y engendró la cantera de los primeros candidatos a astronauta, los padres de los seguidores de Yuri Gagarin y Neil Armstrong.
http://www.youtube.com/watch?v=JnfJo8lronQ
Brian Selznick recuperó la parte más sombría de la vida del cineasta en el libro infantil «La invención de Hugo Cabret», un híbrido ilustrado entre novela y cómic que Martin Scorsese llevó a la gran pantalla en 2011.
http://www.youtube.com/watch?v=vZzTju9WHMY
2. George Albert Smith
George Albert Smith fue uno de los directores más innovadores de aquellos primeros años del cine. Cuando empezó a ser conocido, Smith se construyó su propia cámara (en el film The Corsican Brothers, Smith cubrió parte de la escena con terciopelo negro, filmó una secuencia, rebobino la película y volvió a exponerla incluyendo la imagen de un fantasma, que parecía flotar en medio de la escena original)
http://www.youtube.com/watch?v=bmSJ5SAXHws
http://www.youtube.com/watch?v=WO6M5Axalkc
http://www.youtube.com/watch?v=cU3P9iId5lI
http://www.youtube.com/watch?v=dCNGQ2jCk4o
3. Segundo de Chomón
Segundo de Chomón es una figura fundamental de los primeros años de la historia del cine. Empezó su trayectoria en Barcelona, en 1902, coloreando películas. En 1905 se va a París y en poco tiempo se convierte en uno de los técnicos más importantes de la Pathé Frères. Especializado en cine de atracciones: fantasmagorías, brujos, transformaciones inverosímiles y sustituciones maravillosas, mundos de una imaginación desbocada por los que es conocido como el Méliès español. Una excepcional muestra del mejor cine primitivo desde 1903 a 1912.
3 GRANDES ARQUITECTOS DEL DECORADO
1. Alison & Peter Smithson («La Casa del Futuro»)
http://designmuseum.org/design/alison-peter-smithson
2. Lacaton & Vassal («Social Housing», Mulhouse)
3. Philippe Rahm («New Park for Taichung»)
http://www.philipperahm.com/data/
http://www.azuremagazine.com/article/a-futuristic-new-park-for-taichung/
Qué preciosidad (:
🙂 🙂 Gracias Irene!!
Buen post y grandes autores en la historia del cine y decorado! Muchas gracias por tu aportación!
Excelente artículo, los fabricantes de decorados aportan credibilidad a las historias contadas gracias a técnicas de ambientación y escenografía, simular acabados, fingir el paso del tiempo sobre superficies, crear volúmenes idénticos a espacios reales.., todo un arte para crear un ambiente real y creible. Saludos